Paquita la del Barrio fue despedida con un recorrido por calles de la capital, una parada en la plaza Garibaldi, en el mercado con su gente y en su restaurante, con una misa rodeada de su familia y Ana Bárbara cantando "Paloma Querida".
Así fue el último convite del pueblo con la intérprete que les hizo cantar "Rata de dos Patas" una y mil veces. Con dolor, mujeres, jóvenes y niños acompañaron los restos de la veracruzana, fallecida el pasado lunes, a los 77 años.
Fue un viernes diferente en la Ciudad de México. El sol matutino iluminó la salida de la carroza fúnebre con las cenizas de Paquita, desde los velatorios en General Prim, en la colonia Juárez, rumbo a la primera parada, Garibaldi.
"Te vamos a extrañar, Paquita", "¡Viva, Paquita!", "Se ve, se siente, Paquita está presente" gritaba la gente al ver el cortejo, encabezado por Viola Dorantes, hermana de la intérprete.
Diversos mariachis se reunieron para cantar "Las Golondrinas", frente a la urna en forma de mariposa azul rodeada de flores, sobre una plataforma de madera.
Después de unos 20 minutos, el cortejo se movió rumbo al mercado Martínez de la Torre, en la colonia Guerrero, donde tenía su negocio de postres llamado "El Rincón del Inútil".
A los extremos de la calle Zarco se colocaron decenas de comerciantes, vecinos y seguidores con alcatraces, claveles y gladiolas.
"Eres leyenda", pregonaba la cartulina de una señora. Algunos aventaban flores al vehículo. En la parte trasera de la carroza bajaron las cenizas por unos minutos y la gente las rodeó mientras el mariachi se hacía escuchar.
"Paquita, tu barrio te va a extrañar", gritó otra admiradora.
El vehículo Cadillac avanzó con la gente detrás para llegar a la última parada, "Casa Paquita", el restaurante de la estrella, a las 12:20 horas.
Ahí, la gente hizo fila para acceder y despedirse de su ídolo. Adentro tuvo lugar una misa oficiada por el sacerdote José de Jesús Aguilar, con la presencia de la exalcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, y de la actual, Alessandra Rojo de la Vega. Por supuesto, ahí estaban los hijos de Paquita: Martha, Miguel y Javier, así como su hermana.
Ana Bárbara acudió a darle el último adiós a su amiga, y de paso lamentó la muerte del conductor Daniel Bisogno, con quien sostuvo un pleito sonado.
En el lugar, junto a las cenizas de Paquita, había dos fotografías de ella, una con Bisogno y otra con Tongolele, ambos fallecidos esta semana igualmente.
"Teníamos una relación de amor y veneno (con Bisogno) como dice mi canción. Es sensible su partida, un abrazo a su hija, su familia, su gente cercana, lo siento mucho, el espectáculo está de luto.
"Paquita dejó pedazos del alma en los corazones de su público. En esta carrera hay altas y bajas y en uno de esos bajones ella me dio la oportunidad de una canción, el que me haya apoyado en momentos difíciles fue bonito. Vine aquí y pude comer lechón, me quedé a dormir aquí", compartió la cantante, entre lágrimas.
Después de la ceremonia religiosa, las puertas de la Casa se abrieron para el público, que ya aguantaba afuera algunas gotas de luvia.
Desde jóvenes y principalmente mujeres de la tercera edad pasaron a dejar una flor a pie de urna.
Con el mariachi Son de Hidalgo, el desfile de fanáticos fue amenizado con temas como "Mi Gusto Es", hasta que concluyó, pasadas las 18:00 horas, tras un desfile de unas 5 mil personas, según autoridades de la Alcaldía.