¡Ni en pintura quiere verlo!

Con lágrimas en los ojos por todo lo que le hizo su nieto Andreí, la actriz dice no lo demandará, pero que “el lazo de amor y cariño se disolvió”

Ciudad de México

En llanto rompe Lucila Mariscal al recordar el despojo y las humillaciones de que fue objeto por parte de su nieto Andreí Hernández, a quien, aseguró, ya perdonó, por lo que decidió no entablar demanda alguna contra él.

“Hay cosas que ya no tiene arreglo, por más que uno quiera. Yo ya no recuperé nada de lo material, pero eso no importa porque con mi trabajo y esfuerzo puedo lograr algo, pero me duele lo que pasó”, dijo la actriz.

La humorista, conocida por su personaje de “Doña Lencha”, señaló que tiene mucha fuerza para seguir adelante.

MALAS INFLUENCIAS

Aunque ni ella misma se explica qué pasó con su nieto, prefiere atribuir esta conducta a las malas influencias. “Yo quise cubrir lo que él realmente era, con el inmenso amor que le tuve a mi hijo, pensando que, como era su sangre, sería lo mismo y no fue así”, reflexiona la actriz y agregó que no levantará demandas, pues ya no desea verlo, para nada. “El lazo de amor y cariño se disolvió”.

Sin embargo, el joven la ha buscado y a través de mensajes de texto le ha expresado sus disculpas, “me dijo que me iba a amar siempre y que iba yo a contar con él, pero es difícil de creer esto”. La actriz explicó que no tiene dinero, pues su patrimonio se lo quitó su nieto de 25 años de edad el año pasado.