A un mes del fallecimiento de Joan Sebastian, su familia aún no se repone de la terrible pérdida.
Tal es el caso de su hijo Julián Figueroa, quien pese a que en mayo pasado decidió internarse durante 35 días en una clínica de rehabilitación para controlar su manera de beber, volvió a recaer en el vicio, orillado por la depresión que sufre tras haber perdido a su papá, así como por diversos problemas que enfrenta con su mamá, Maribel Guardia, de 56; su hermano, José Manuel Figueroa, de 40; y hasta con su novia Imelda Tuñon, de 21. (México, D.F.)