Retiro aplazado

Ciudad de México

El idílico Altamonte, en la costa Amalfitana, en Italia, parece ser el remanso de paz y tranquilidad que necesitaba Robert McCall (Denzel Washington), ex agente del Departamento de Defensa y Marine, protector de indefensos, que protagoniza la franquicia fílmica El Justiciero.

Viejo, cansado, herido tras un encuentro con criminales, en ese pequeño pueblo ficticio junto al mar encuentra bondad en el médico que lo cura y no hace preguntas, en la sonriente camarera que le sirve un té cada mañana y en aquel amistoso y sonriente carabinieri que se encuentra donde vaya.

Tercer y último filme de la franquicia iniciada por el realizador Antoine Fuqua, El Justiciero: Capítulo Final, que llegará a cines este jueves, muestra a un McCall abierto a dejar atrás su violentísima vida llena de sangre y muerte .

Pero también a uno que, cuando la Camorra, liderada por Vincent Quaranta (Andrea Scarduzio), quiera estrujar entre sus garras a Altamonte y sus habitantes, defenderá a su nuevo hogar como una fiera y aplazará sus planes de retiro.

"A Robert le tocó mostrar su debilidad y su decepción por la vida, al grado de que quiere desaparecer del mapa, pero hay algo que termina abrillantando su destino y una familia le hace ver que encaja en un mundo donde sentía que no tenía cabida.

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La coordinación de los efectos visuales de El Justiciero: Capítulo Final estuvo a cargo del mexicano Erick Alcaraz, quien tiene créditos en filmes como Bardo, de Alejandro G. Iñárritu.

En una entrevista con The Hollywood Handle, aseguró que el desafío que le puso Antoine Fuqua fue hacer que los efectos pasaran desapercibidos, sin importar las complejidades de las secuencias de acción.