Ciudad de México
Sin obsesiones, sin prisas y sin necesidad de complacencias, Angelique Boyer vive su cuento de hadas personal.
“Soy una mujer de sueños grandes, y sigo teniéndolos. Abrazo a esa niña que soñó con ser actriz y, antes que nada, soy afortunada y agradecida. Me siento bendecida de que este proyecto se vea en tantos lugares, de las posibilidades”, dijo la actriz en enlace telefónico.
En un descanso del rodaje de la telenovela que coestelariza con Andrés Palacios, la protagonista del melodrama de suspenso rechazó que tenga que cumplir con las expectativas de quienes ya la quieren ver casada, con chamacos y siendo madre de tiempo completo.
“(Tener hijos) lo veo cada vez menos (posible). Sí, tener hijos es una responsabilidad muy fuerte y cada vez está más difícil el futuro que les espera, soy parte de esa generación que tiene esa conciencia de lo que vivimos, es diferente a las expectativas sociales de antes. No es sólo el compromiso, es dedicarme al cien por ciento a algo.
“Estoy dedicada a mi trabajo, y trato de posponerlo lo más posible. Quiero viajar. Ahora que Fernanda (Castillo) está embarazada, creo que seré la tía más consentidora del mundo. Me encanta tener esta familia, estos amigos, soy muy feliz, y así me siento de maravilla”, contó Angelique, cuyo hermano, Arnaud, vive ya la paternidad.
Boyer tiene más de 15 años trabajando en telenovelas para Televisa y compartió que desde que hizo su debut en Corazones al Límite en 2004, hasta hoy, ha sido testigo de una transformación en la industria que la ha impactado y le ha enseñado.
Ha figurado en las recientes versiones de Corazón Salvaje y Teresa e hizo una tercia de personajes en Tres Veces Ana. Con Amar a Muerte, su anterior proyecto, experimentó con la casa realizadora Lemon Films, que le mostró otra atmósfera de la industria histriónica.
“Me veo fluyendo con los cambios, el proyecto anterior lo hicimos con Lemon Films y W Studios. Sentí nostalgia por mi familia Televisa, pero fue una oportunidad de aprender. Siempre he sido actriz de televisión, y aunque se vea un poco difícil, sí me gustaría hacer cine. Ya he hecho mucho teatro. Estoy abierta a seguir creciendo”.
Nacida en Jura, Francia, hace 32 años, y “tan mexicana como el mole”, la actriz disfruta que haya más comentarios positivos que negativos sobre la relación que lleva con Rulli. Usualmente le dicen que es una suertuda, pero replica que podría ser al contrario.
“También él (tiene suerte), ¿no?”, exclamó entre carcajadas, “sí podría ser al revés (que no sólo hablen de lo guapo que es él). Me siento tan feliz con lo que tenemos, con un hombre tan guapo, tan buena persona, estoy muy motivada”, platicó sobre el romance que lleva con el actor desde 2014, cuando rodaron juntos Lo que la Vida Me Robó.
Celebró el hecho de que en la actualidad en la televisión haya más opciones y libertad para papeles de mujeres con más desarrollo y alejadas de los clichés.
“Ya no te cuentan las historias como antes, aunque los clásicos siempre seguirán siendo ese hilo negro al que no hay que buscarlo, sino al que le tenemos que sumar colores. Me encanta que se cuenten las historias de manera distinta, más vanguardistas, más realistas”.