El término "leyenda urbana" lo acuñó el folklorista Richard Dorson en 1968 para referirse a una historia que se tenía como cierta pero que, en realidad, nunca había ocurrido. A veces, la base de la leyenda urbana es verdadera, pero a medida que se transmite de forma oral se van añadiendo elementos nuevos, generalmente rocambolescos, fruto de la superstición y la fantasía populares.
La mayoría de leyendas urbanas no tienen patria; primero, porque pocas veces se conoce dónde se originaron exactamente y, segundo, cuentan con diferentes versiones alrededor del mundo. A pesar de ello, es cierto que algunas tienen su inicio en un lugar más o menos concreto, además de extenderse por una determinada área geográfica. En este artículo daremos un repaso a varias de las leyendas urbanas de España más conocidas.
LA NIÑA Y EL PERRO
Esta escalofriante leyenda circuló en España durante varios años a principios de los 2000. Como suele suceder en este tipo de historias, el argumento presenta variables, pero los protagonistas son siempre un perro y su dueño, que podía ser un adulto, un niño o una niña.
Una de las versiones que más se comentaron fue la de una niña que dormía siempre con su perro al lado de la cama. El can se acomodaba en el suelo y, cuando la chiquilla sentía miedo, le lamía cariñosamente el brazo que ella le extendía.
Una noche, la niña escuchó ruidos y arañazos, y supuso que era el perro que estaba haciendo de las suyas. Extendió el brazo y, al notar la lengua del animal, se relajó y se durmió. Al día siguiente, al despertar, se encontró horrorizada el cadáver ensangrentado del perro, y una frase en la pared que decía: "Entonces, ¿quién te lamió anoche?".
En otras de las versiones, la niña no puede dormir por el repiqueteo de la lluvia. El perro, como siempre, la lame para calmarla. Pero cuando ella se levanta al día siguiente y acude al cuarto de baño, descubre espeluznada que lo que creyó que eran gotas de lluvia era en realidad la sangre del perro que chorreaba, pues alguien lo había matado y lo había colgado de la bañera...
genci