Obras de arte que nos hablan del verano

Veamos, a través de estas 4 obras de arte ambientadas, cómo el verano se refleja en el arte

El verano es una época de dolce far niente, es decir, del "dulce no hacer nada" (al menos, para los que tienen vacaciones en esta estación). Sin embargo, para los que trabajan, el mundo ofrece un sinfín de variedades de ocio con las que solazarse al finalizar la jornada laboral. Porque el verano es la época de las cenas al aire libre, de la música que no acaba, de los eventos en el mar y de las acampadas bajo las estrellas.

Hoy te traemos 4 obras de arte ambientadas en esta estación del año. Algunas hacen referencia a este ocio despreocupado; otras, al trabajo, que nunca ha dejado de hacerse por el simple hecho de ser verano. Esperemos que disfrutes y que te sumerjas (todavía más) en la temporada estival.

VERANO, ALPHONSE MUCHA (COLECCIÓN PRIVADA)

El Verano de Alphonse Mucha (1860-1939) pertenece a una serie sobre las estaciones en la que el artista también representó la primavera, el otoño y el invierno. Como es habitual en la estética del pintor (y del Art Noveau en general), Mucha personaliza al verano en una mujer, el principal vehículo de expresión de la temática modernista.

La mujer-verano se apoya en un ramaje de lo que parece una vid, y lleva su mirada, medio desafiante, medio soñadora, hacia nosotros. Va coronada de amapolas (la flor que surge entre el trigo, símbolo estival) y moja sus pies desnudos en un riachuelo. Los colores de la composición son cálidos (el verde de la vegetación apenas se percibe, y lo único que escapa de la paleta anaranjada es el azul del cielo), lo que aumenta todavía más la sensación de calor y quietud veraniegos.