Conocida activista de Río Bravo, puso de relieve el cada vez más abusivo proceder de empresas que acapara espacios destinados a los más desvalidos.
Se puede pensar que solo los comerciantes informales o ambulantes carecen de criterio para respetar cajones de estacionamiento y rampas para discapacitados, no obstante giros establecidos, incluso cadenas nacionales o regionales, incurren en este práctica.
Fue la activista Erika Gap, quien hizo evidente el abuso de algunos comercios la tarde del domingo:
"Uno buscando estacionamiento en el centro y respetando los espacios para personas discapacitadas, y este negocio poniendo venta de carpa en un cajón/lugar que es exclusivo para" para ese segmento vulnerable.
La quejosa lamentó la impunidad con que se conducen estas personas que no respetan los derechos de las personas con limitaciones.
"Cero multa, cero llamada de atención. Cero cultura y respeto. Tan chulo mi pueblo chingao", fustigó.
El establecimiento en cuestión, se ubica en avenida Madero, entre las calles Allende y Héroes de Nacozari.