Nuevo Progreso, Tam.
Residentes de las colonias Olvido González, 18 de Enero y Benito Juárez, como don Baldomero y Juana Martínez, cuentan cómo es que los zancudos se están multiplicando al cien por ciento, como resultado de que el agua se estanca en una gran parte del terreno del panteón, generando una especie de laguna.
El encharcamiento del terreno, así como el crecimiento de la hierba a gran escala debido a las lluvias, han sido el medio perfecto para los animales alados, que ya no esperan a que caiga la noche, pues nomás comienza a atardecer y salen como si fueran enjambres de abejas; situación que los obliga a tener que resguardarse en sus domicilios apenas comienza a caer la tarde, si no quieren ser víctimas de las picaduras de los zancudos.
Y aunque, en el caso de las autoridades locales, desde hace ya tiempo comenzaron a rellenar el terreno, pero es fecha que aún no se ha logrado el objetivo, precisamente para evitar los encharcamientos. Al igual que el resto de las familias de esos segmentos, solicitan se lleve a cabo una intensa fumigación, acompañada por lo que es el abate que se tira en los encharcamientos para evitar la reproducción de los mosquitos y, por último, un programa de descacharrización.