Una vez que entró en funciones la administración estatal del doctor Américo Villarreal, ciudadanos de Río Bravo, tienen la confianza de que ya no habrán abusos de agentes policiales.
En el pasado, los agentes de la Policía Estatal, lejos de hacer rondines de vigilancia en sectores de alto índice de delincuencia, se dedicaban a realizar operativos "anti-alcohol" a las afueras de cantinas, bares y tiendas de conveniencia, en donde las "multas" oscilaban entre 4 mil y hasta 10 mil pesos en caso de ser infractores a bordo de vehículo.
Aída Martínez comentó: todavía "andan haciendo de las suyas, ahorita no dejan de dar vueltas toda la tarde y ahorita andan bien recio fregando a todo lo que se les atraviese", luego de que se difundiera información en el sentido de que el 85 por ciento de los elementos, serán dados de baja, pareciera que cobrarán por su cuente su "pensión" o "retiro".
Por la ciudad se les puede apreciar, aparcados sobre la superficie de rodamiento, realizando "inspecciones de rutina", pero nadie conoce de detenciones o delincuentes capturados.
Sobre su posible sustitución por una tentativa Guardia Estatal, aún se esperan la fecha y los detalles, mientras tanto, la inconformidad continúa, pues las detenciones, no concluyen con una remisión a las celdas de Seguridad Pública, salvo cuando hay un reporte específico de algún afectado.