Finalizó el año 2020 y cuando menos más de una decena de conductores perdieron la vida al caer en las aguas del canal Anzaldúas principalmente por circular a exceso de velocidad sobre el libramiento Juan Antonio Guajardo, pero sobre todo debido a la falta de señalamientos y delimitantes de contención.
Datos referidos al departamento del H. Cuerpo de Bomberos a cargo del comandante Luis Gerardo Madrigal, revelan en ese tenor un estimado de cuando menos unos 15 accidentes de los cuales en su mayoría fueron fatales, debido a que él o los ocupantes fallecieron por inmersión tras caer en el caudal.
Fue en la administración que encabezó el ahora ex-alcalde Rogelio Villaseñor Sánchez, cuando grupo de personas ambientalistas y preocupadas por la seguridad de las familias y conductores que hacen uso del libramiento, quienes solicitaron formalmente se tomarán cartas en el asunto, debido a en ese entonces el algo número de mortandad que registraron los accidentes.
De hecho, a iniciativa de los solicitantes se comenzaron a colocar neumáticos en las orillas del libramiento colindantes con el canal, pero al ser considerados como insalubres pues se estaban generando nidos naturales para la proliferación del mosquito transmisor del dengue, fueron retirados, quedando únicamente la buena intención y el proyecto inconcluso.
Hoy en este enero del 2021 el panorama es el mismo, es decir no hay delimitantes u objetos como barras de protección que eviten o reduzcan los riesgos de que sigan ocurriendo este tipo de percances mortales, en virtud de que los accesos al canal permanecen despejados.