Aún cuando subsiste el riesgo de un potencial rebrote del coronavirus en Río Bravo, infractores y ebrios consuetudinarios, siguen libando en conjunto, no solo establecimientos destinados para ellos, sino también en lugares públicos, incluso de recreo familiar.
Tal es el caso de unidades deportivas como la Benito Juárez, la Franklin Chanes y las ubicadas en fraccionamientos como Fidel Velázquez, las cuales ha sido convertidas en “antros” al aire libre, sin que haya quien frene a estos “parranderos”, sin que autoridades de la Dirección de Deportes, reporten en hecho a las autoridades correspondiente.
Valiéndose de la falta de vigilancia y rondines policiales por esas instalaciones y la tolerancia de funcionarios en “Las Liebres” , los libadores, dejan un rastro de botellas, envases, latas de bebidas alcohólicas en las inmediaciones de estas instalaciones deportivas y de ejercitación.
Diseminadas por los pastos, las aceras y las zonas familiares, se aprecian las botellas tanto de manufactura nacional como extranjera.
Hasta ahora, no ningún operativo se ha realizado para frenar a estos infractores que han instaurado antros a cielo abierto en espacios que deberían ser de disfrute familiar, ejemplo que se repite en cada vez más instalaciones como las mencionadas.