Río Bravo, Tam.
Con más de 34 años en el mismo lugar, don Lupito como se le conoce, ha visto pasar pandemias, pero casi ninguna como la que se sigue librando, ahora ya sin cobrar tantas víctimas como lo es el Covid-19, que de paso se ha llevado a mucha gente conocida en el pueblo en la comunidad fronteriza de Nuevo Progreso.
Relata al reportero don Guadalupe Zamora Reyes quien desde 1988 se dedica a la venta de hotdog ahora acompañado por su hija desde hace algunos años y ubicado siempre sobre uno de los costados de la escuela primaria Ford 45 por la calle Reynosa, cuenta como al paso del tiempo ha visto lo que pensaba no ocurriría, como por ejemplo que el día del turista del 2020 se suspendió por la pandemia después de muchos años de celebrarse, por la contingencia de salud.
Cómo se vio obligado por las medidas sanitarias a dejar de trabajar por espacio de cinco meses, cómo se llevó a conocidos, y en su persona al paso de los años una parálisis facial lo obligo a tener que reposar por un lapso de tiempo, pero ya está de regreso recuperándose y trabajando.
“Ahora vendemos un poco más en el mismo horario para llevar, y tratamos de mantener los mismos costos, y que nos quede para cuando menos seguirla pasando”.
Ahora con el periodo vacacional refiere que las ventas bajan por que los estudiantes se van de vacaciones, pero con la ayuda de Dios ahí siguen donde mismo ofreciendo como desde hace más de 30 años los Hotdog de don Lupito.