Curiosamente, durante la visita a la ciudad del mandatario estatal en el gimnasio las Liebres, nadie se quejó de las interminables balaceras, asaltos y enfrentamientos a mano armada a la altura del ejido Palo Blanco, como el que vivieron esta mañana de miércoles personal que se dirigía a sus fuentes de empleo en Reynosa.
Ni tampoco de la maquila, como de colonias en donde las situaciones de riesgo son el pan de cada día, nadie alzó la voz o expuso la grave situación por la que a diario atraviesan ciudadanos, principalmente al caer la oscuridad.
Justamente, la mañana de miércoles, a la altura del ejido Palo Blanco, vía redes sociales se dio cuenta cómo una unidad de transporte y vehículos se quedaron varados, viviendo momentos de terror tras enfrentamiento armado y detonaciones de armas de fuego.
Al grado de que hubo quienes tuvieron que bajar del autobús buscando resguardarse, mientras que vehículos se quedaron en plena carretera de Río Bravo a Reynosa con las intermitentes prendidas, debido a las situaciones de riesgo que son el pan de cada día.