Por necesidad se arriesgan

Personas discapacitadas siguen arriesgando sus vidas entre los vehículos y en plena avenida principal

Quienes se dedican aun a la mendicidad en la zona centro de la ciudad, no le temen a la muerte menos al coronavirus Covid-19, y en un abierto reto a las disposiciones emitidas por las autoridades en cuanto a las medidas sanitarias, siguen arriesgando sus vidas entre los vehículos y en plena avenida principal de la ciudad.

Tales son los casos muy singulares de un menor, un señor de edad avanzada que dice tener problemas de la vista, y una mujer, en plena avenida Francisco I. Madero, llegan desde temprana hora para colocarse en el camellón, para sonar los vidrios de los coches para que le de una dádiva.

Y cuando se pensaba que cada dependencia estaba haciendo lo propio en indicaciones y medidas sanitarias, y de que este tipo de personas por su condición y los riesgos a los que se exponen, habían sido retirados de las calles, aparece una mujer que presenta una discapacidad en uno de sus extremidades en silla de ruedas.

Desafiando a la vida, ella ejerce la mendicidad en plena avenida Francisco I. Madero, en medio de los coches, también pidiendo limosna, sin que hasta el momento en estos tiempos de crisis sanitaria sean retirados de las calles.