Oferentes de servicios lúdicos o de diversión infantil hacen negocio con los espacios reservados para que niños, jóvenes y deportistas tengan entretenimiento sano y sin costo.
Mientras los comerciantes informales cobran porque niños se diviertan, las canchas de baloncesto de la plaza "Ignacio Zaragoza" se encuentran acaparadas.
Así ha venido sucediendo cada fin de semana; la infraestructura deportiva es acaparada, justo cuando las familias salen a pasear con sus hijos y éstos quieren jugar o practicar algún deporte, así fue denunciado en redes sociales y constatado por este reportero.
Se trata de los populares brincolines, diversiones inflables en los que permiten a los niños hacer saltos y piruetas en un espacio cerrado en forma de castillo o juegos infantiles.
Con tarifas de 30 hasta 50 pesos, en algunos casos por niño, este negocio desplaza a la diversión y ejercitación públicas.