Ante la insuficiente vigilancia por la falta de elementos de la Guardia Estatal, vándalos destrozan plazas públicas y habilitan cantinas al espacios que se supone son de recreo familiar o bien para realizar ejercicio o deporte al aire libre.
Fue el activista Armando Cerda, quien reportó las destrucción de bancas en la plaza que circunda a la exhacienda La Sauteña, el edificio que data del porfiriato y que es icono en el norte de Tamaulipas, pues no existe otra obra arquitectónica igual.
"Agarre usted una banca y siéntese en el suelo. ¡Qué gente tan dañina y ladrona!", asentó.
Falta de alumbrado, no podría ser el argumento para justificar los daños pandilleriles, pues el inmuble que data de 1889, tiene suficiente alumbrado, pero eso sí, los actos destructivos se han realizado de noche o madrugada.
Igualmente por las noches o fines de semana cuando ha poca concurrencia, otras áreas de recreo, se han convertido en cantinas al aire libre. El ejercicio y el deporte dan paso a actividades "lúdicas" como tomar y platicar "entre compadres" no obstante que el Bando de Policía y Buen Gobierno, prohíbe el cosumo de alcohol y sustancias prohibidas en espacios públicos.