La noche del sábado y durante la madrugada del domingo se presentó nuevamente el pernicioso fenómeno de bruma tóxica, producto de combustión, lo cual inundó la cabecera municipal.
Fue a partir de las 22:00 horas que empezó a penetrar el dióxido de carbono a la ciudad por la parte sur, extendiéndose por toda la geografía de la zona urbana.
Las densa bruma que penetró hasta los hogares, establecimientos y lo más recóndito de la ciudad, provocó tos y algunas dificultades en el sistema respiratorio de algunas personas, sobre todo adultos mayores y niños.
Durante, prácticamente, la noche y madrugada, la nube tóxica se cernió sobre la cabecera municipal, y fue hasta la salida de los rayos del sol que se disipó.
Activistas han señalado que esta bruma es consecuencia del proceso de elaboración de carbón vegetal, y no por incendios en el vertedero municipal, como se creyó por mucho tiempo.
Los cierto es que ninguna autoridad de Profepa, Seduma o de Desarrollo Urbano y Ecología ha intervenido en este caso.