Una camioneta Ford F-150 que tenía por lo menos dos días en el estacionamiento del Hospital Materno-Infantil, sorpresivamente estalló en llamas quedando convertida en chatarra.
Su propietario Ernesto Reséndiz Ramírez no se explicaba el porqué se originó el fuego, pues la unidad poco la movía, desde el pasado fin de semana que fue cuando auxilió a una de sus cuñadas embarazada.
No había un motivo para que se produjera el fuego y hasta sospechó que alguien pudo haberle prendido con la intención de dañarlo en su patrimonio.
Recordó que por el hecho de haber auxiliado a su cuñada en su alumbramiento, la pareja de ésta se molestó. De ahí en fuera aseguraba que no tenía problemas con nadie.
La camioneta quedó como pérdida total, pues el fuego arrasó con todo cuanto había en el interior.
Al lugar arribaron bomberos del Estado y del Municipio para sofocar el fuego y evitar que otros vehículos fueran dañados, como ocurrió en el estacionamiento de un centro comercial hace unas semanas.