La prensa lo llamó “Jack, el estrangulador”, “El Estrangulador de Mujeres” y “el Mata-Meretrices”.
Nadie conocía su rostro, pero sí sus víctimas y la forma en que las asesinó.
Entre 1989 y 1993, en la Zona Centro de la Ciudad de México ocurrieron una serie de crímenes. Las víctimas siempre eran mujeres entre los 20 y 40 años y la característica es que se dedicaban a la prostitución.
El modus operandi era sencillo. Las abordaba en las calles y las conducía a hoteles de la Zona Centro.
Ya adentro de la habitación improvisaba con cualquier cosa para estrangularlas. Utilizaba cordones de las cortinas, cables de aparatos electrónicos, sábanas y hasta la propia ropa de sus víctimas.
Para lograr su objetivo, primero las golpeaba, luego abusaba de ellas y finalmente las asesinaba. Algunas de las víctimas también fueron apuñaladas.
Dejaba los cuerpos en las habitación, semidesnudas, generalmente las envolvía en las colchas y las ocultaba bajo la cama.
También en ocasiones dejó mensajes escritos en espejos y muros de la habitación.
Todo inició a finales de 1989. En una habitación del Hotel Magnolia, en la colonia Guerrero, fue encontrado el cuerpo de una mujer que estrangulada. Fue considerado un crimen aislado, pero a comienzos de 1990 apareció otra mujer asesinada.
En septiembre de 1990 aparecieron otras dos mujeres en situaciones similares. Ya se podía establecer que se tratara de un asesino en serie porque era obvio que estaban relacionados.
Los crímenes continuaron hasta 1993. Cada vez eran más violentos y en algunos casos hubo mutilación de cuerpos.
Pero se logró la detención de Agustín Salas del Valle, de 29 años y en ese entonces estudiaba Contaduría. Luego se detección se terminaron los crímenes.
La Policía no logró ligar a Salas del Valle con todos los crímenes de mujeres, en sí sólo se le culpó de un crimen de una prostituta, pero luego de su detención terminaron los asesinatos.
Al “El Estrangulador” le salieron varios imitadores. El primero fue Jaime Meza Roque, fue detenido el 14 de diciembre de 1990. Intentó matar a una prostituta, pero no logró asesinarla. Aseguró ser el asesino en serie, pero estando detenido ocurrieron más crímenes. Sólo se le procesó por la agresión a la mujer.
Luego fue capturado José Luis Ornelás Angulo acusado de asesinar a una prostituta de 25 años. En un principio se pensó que era otro crimen del asesino en serie, pero la forma en que se cometió se demostró que era un imitador inexperto. A 16 días del crimen, fue capturado.
Otro imitador de “El Estrangulador” se atrevió a cometer un crimen hasta en el mismo Hotel Magnolia, pero dejó huellas digitales y su ADN en la escena del crimen. Además de que fue visto por empleados del hotel.
A 13 días de cometer el crimen, fue detenido José Enrique Martínez Morales, quien aseguró ser “El Estrangulador”,pero por más que intentó demostrarlo, no pudo. Desconocía muchos detalles de los crímenes.
El último imitador fue Filadelfo Miranda Rivera, pero no logró matar a ninguna prostituta. Se le condenó por intento de homicidio
El 6 de abril de 1993, fue encontrado en un hotel el cuerpo de una prostituta. La mujer fue brutalmente golpeada y apuñalada. Además de que fue violada. Le extirparon el corazón con una precisión quirúrgica. El cuerpo fue abandonado con las piernas y los brazos extendidos, cubiertos de cobijas.
Unos testigos dieron la descripción de la persona que acompañaba a la mujer en su llegada al hotel.
Por fin, el 7 de agosto, capturaron a Agustín Salas, aunque se le acusó de más de 20 homicidios, sólo se le compró uno.
Fue condenado a 50 años de prisión y desde que esta encarcelado, se acabaron los asesinatos.
Aún siguen abiertos los otros casos, ya que no se les ha atribuido ningún responsable.
De 1989, sigue sin ser esclarecido un homicidio, el primero, el del Hotel Magnolia, de 1990, hay nueve víctimas que fueron descubiertas en hoteles de la zona de La Merced, Iztapalapa y Anáhuac.
De 1991 hay 5 víctimas localizadas en hoteles de la colonias Obreras, Moctezuma y Anáhuac. De 1993 hay nueve víctimas y en 1993 tres víctimas más.