Tampico, Tam.
A un año de la desaparición y artero asesinato del jovencito Mario Olivo Acuña, los padres en rueda de prensa ofrecida este jueves por la mañana asegurado que han tenido un año difícil en todos los sentidos.
José Mario Olivo Naranjo y su esposa Nora Elvia Acuña Perales, exigen al menos 150 años de cárcel.
Sin embargo a causa de la pandemia la sentencia podría atrasarse un año más, pues las audiencias y el proceso judicial están detenidos
Los implicados en este crimen, Keren “N” y Gilberto “N”, se encuentran recluidos en el Centro Penitenciario de Altamira, a quienes busca la fiscalía se les imputen una pena de 75 años por desaparición forzada y otros 75 por el asesinato.
“Apenas estamos en intermedio, es decir, se está en el primer delito y después empezaría el otro delito… Por experiencia de los abogados, nos dicen que se llevaría aproximadamente un año más”.
Descartaron que el bebé que tuvo Keren “N” dentro del proceso que lleva, sea de Mario Olivo, pues aseguran que ellos ya no tenían ningún vínculo.
Los padres del jovencito, dijeron que existe la certeza de que los implicados no saldrán de prisión, pues hay los elementos suficientes que los imputan como los autores del atroz crimen.
“No van a salir libes a menos que hubiese un acto de corrupción, pero no creo de verdad que suceda, porque confío plenamente en las autoridades, en nuestro gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y que esto no va a quedar impune”.
“Tenemos conocimiento que ella (Keren) estaba embarazada, pero no es de Mario, es de su actual pareja. Mario y ella no tenían ningún vínculo y realmente no sé en dónde tengan al bebé”, dijo el padre de Mario.
Mencionan que Mario sostuvo algunas relaciones sentimentales con otras jovencitas, sin embargo al indagar, se percataron que éstas terminaban, porque Keren las amenazaba, “no sabemos porqué, si ella ya tenía una relación con esta persona (Gilberto)”.
Por último señalaron que los padres de Keren merecen el respeto, pues no han tenido ninguna complicación con ellos, “son buenas personas, no tenemos nada qué decir de ellos y tampoco los culpo al cien por ciento de la responsabilidad de los actos de sus hijos”.