Matamoros, Tam.
Después de 13 años desaparecida en esta ciudad fronteriza, Concepción fue encontrada en Tijuana y entregada al DIF de aquella ciudad, pensando que se trataba de una menor de edad, sin embargo no era así; ya contaba con 20 años y por consecuencia fue dejada en libertad.
Sin embargo al poco tiempo fue localizada en la vía pública en mal estado, por lo que fue llevada de nueva cuenta a un refugio, donde se quedó bajo custodia y hasta ese lugar llegó una persona que dijo ser su padre, lo que ella misma confirmó.
Pero para que este milagro ocurriera, un residente de Tijuana, Enrique Santacruz, se dio a la tarea de subir a redes sociales la fotografía de Concepción, quien parecía ser menor de edad, y fue de esa manera que sus familiares lograron detectarla.
Eversain Miranda, padre de Concepción, vio las fotografías de quien reconoció como su hija, por lo que se trasladó hasta Tijuana para confirmarlo.
Eversain aseguró que a la edad de siete años Concepción Miranda Quiroz desapareció. Fue en febrero del 2007 en la playa Bagdad, luego de haber acudido al primer día de clases, asegurando que habría sido un pederasta quien se la había llevado.
“En aquel entonces, pedimos el apoyo de las autoridades en funciones; nunca nos ayudaron, sin embargo nunca perdimos la esperanza”, dijo.
En el DIF de Tijuana a Concepción la nombraron como Lesly, aunque al no poderla atender por ser mayor de edad la dejaron ir, pero semanas más tarde apareció en las afueras de un comercio local, de ahí Enrique Santacruz la vio y la llevó a la Fiscalía Estatal de Personas Desaparecidas, de donde la canalizaron a un refugio.
Desde aquel lugar se logró entablar comunicación con los fiscales de Tamaulipas, en donde se inició a coordinar la información para determinar la identidad de esta persona que al final de cuentas resultó ser Concepción, quien desapareció en Matamoros hace 13 años.
Eversain viajó a Tijuana y Concepción sin dudarlo lo identificó como su papá.
Todavía se lleva a cabo un proceso de identificación, mediante las pruebas del ADN, para que Concepción pueda regresar a su ciudad natal.
El padre de ella asegura que sí es su hija, ya que cuenta con una cicatriz en el cuello y otra en su cráneo, que las tiene desde pequeña.