En la escuela secundaria Dante Alighieri coincidieron dos jóvenes que se volvieran famosos pero por motivos diferentes.
Uno de ellos era Fito Páez, quien es uno de los mayores exponentes del rock en español, y su compañero de salón, Walter Di Giusti, quien es uno de los mayores criminales argentinos.
Fito y Walter fueron amigos. Les gustaba la música a ambos. Walter tocaba el bajo en una bada de heavy metal, mientras que Fito estudiaba piano.
La vida los separó y mientras que Fito Páez conocía el éxito a través de su música, Walter cometió un crimen que horrorizó a la sociedad.
El primer crimen fue el 31 de octubre de 1986, cuando Walter, de 23 años, en compañía de su hermano Carlos, de 18, entraron a robar a una vivienda.
Lograron entrar a la casa con la excusa de que iba a reparar una tubería.
Pero la situación se volvió en un caos y Walter asesinó a Ángela Cristofanetti de Barroso, de 86 años y su hija adoptiva Noemí, de 31 años.
Los dos homicidios lo realizó a golpes. Pero no se logró la detención de Walter.
Una semana después, el 7 de noviembre, los hermanos Di Giusti cometieron otro brutal crimen.
Balearon y acuchillaron a Delia Zulema Ramírez viuda de Páez, de 76 años, y a Josefa Páez, de 80 años, quienes eran abuela y tía abuela de Fito Páez.
Además de Fermina Godoy, quien estaba embarazada y era empleada doméstica de la familia Páez.
Lograron entrara a la casa porque las mujeres conocían a Walter, amigo de Fito, y frecuentaba la casa.
Increíblemente, había cometido cinco homicidios, pero como no había sido atrapado, Walter logró entrar como agente al cuerpo de Policía, en la provincia de Rosario.
Las investigaciones de los crímenes por fin arrojaron resultados después de un año.
Y la pista llegó por un travesti que fue detenido y que lucía un collar que perteneció a la abuela de Fito Páez.
El travesti confesó a los policías que el collar fue un regalo de Walter, a quien lo describió como su novio.
Los agentes allanaron la vivienda de Walter y encontraron pertenencias de la familia Páez.
Se encontró culpable a Walter. Durante el juicio se descubrió que Walter era un bajista frustrado y tenía mucha enviada a Fito Páez.
Water confess ser el autor material de todos los crímenes y liberó de la responsabilidad a su hermano,pero de todos modos la policía lo mantuvo bajo vigilancia.
Walter pasó varios años en prisión. Su abogado logró que le redujeran penas y alegando que se había contagiado de Sida y que era ciega, se pidió que la pena fuera llevada en su casa.
Las autoridades aceptaron y Walter quedó en libertad en 1997.
Parecía que se había olvidado de él, pero un vecino del juez que lo condenó reconoció a Walter caminando por las calles de la provincia de Rosario.
El hombre acudió con su vecino, aunque ya se había jubilado de juez, pero mantenía contacto con las autoridades.
El juez acudió a un bar a donde iba Walter y habló con el propietario para corroborar la información que le dio el vecino.
El dueño del bar confirmó que Walter era un cliente frecuente y que presumía que había estado en una prisión y lo sorprendente es que no estaba ciego. Inclusive manejaba un automóvil.
Walter fue obligado a regresar a la cárcel, pero si estaba enfermo y pasó unos días de prisión para finalmente morir el 12 de junio de 1998.