La Tarde / Staff
La mañana de ayer, el cadáver fue hallado a un costado del Camino a San Lorenzo, casi esquina con Calle Dieciocho, en la Colonia La Esperanza, a unos 10 metros de la casa improvisada con tablas y laminas en la que viven los menores.
"Fue un chavo de una de las cuadrillas de limpieza que estaba por esa zona y al ver la bolsa, la rasgó y vio que era un cuerpo", señaló un trabajador de obras del Municipio.
Una vez que arribaron los policías municipales, colocaron dos patrullas cerrando el paso a transeúntes y trabajadores, evitando que se acercaran; sin embargo, la bolsa negra era visible.
En tanto llegaban los peritos, las cuadrillas de limpieza continuaron removiendo cascajo, basura y hierba.
"Es cambio de administración y quieren dejarlo en ´orden´, además que ahora sí andan revisando desde que se cayó el puente peatonal (el 2 de noviembre) que está a unos kilómetros de aquí, si no, ni se enteran del muertito", comentó el empleado.
Al sitio llegaron tres personas buscando a su familiar Francisco Javier Bermeo Lozano, desaparecido desde el 6 de noviembre, pues creían podría tratarse de él, pero los oficiales y agentes ministeriales les negaron información.
"No nos dejaron verlo ni dijeron a dónde lo llevaban, entonces pues ahorita vamos a investigar", comentó el sobrino de Javier.
Los peritos fotografiaron la bolsa, destaparon una parte del tronco y comenzaron a subirlo a la camioneta forense; entonces, los trabajadores dejaron sus labores y también tomaron fotos, razón por la que sus jefes de cuadrilla y los oficiales los ahuyentaron y regañaron.