¡Anfitrión ‘descortes’!

Ciudad de México

Rusia se ha tomado en serio su condición de anfitrión y este martes venció con autoridad 3-1 a Egipto, que está prácticamente eliminado de la Copa del Mundo. Rusia es líder con 6 puntos, amarró su clasificación a la segunda fase y sumó 8 goles (diferencia de +7), para dejar atrás los cuestionamientos de un proceso incierto.

El partido disputado en estadio de San Petersburgo significó un amargo regreso a las canchas de Mohamed Salah, quien logró recuperarse de la lesión que sufrió el pasado 26 de mayo en la final de la Champions League en una desafortunada jugada con Sergio Ramos. En su debut mundialista lució participativo, se hecho el equipo al hombro, pero no pudo ser figura.

Rusia fue demasiado equipo, improductivo en la primera parte, en la que no pudo descifrar el planteamiento del técnico de Egipto, el argentino Héctor Cúper, pero una máquina precisa en el complemento, cuya historia comenzó a escribirse al minuto 46, con un autogol de Ahmed Fathi, quien reclamó una falta en apariencia inexistente. Gol de Rusia y partido con un guion distinto.

Al 59’ Denis Cheryshev definió una diagonal retrasada para darle el 2-0 a su selección y el tercero en su cuenta personal para empatar a Cristiano Ronaldo en el liderato de goleo del certamen. Pero faltaba más, tres minutos después, al 62, Artem Dzyuba puso el 3-0 que sepultó las aspiraciones de Egipto y le dio tranquilidad a los locales.

Aun así la selección africana tuvo dignidad para adelantar líneas y buscar el descuento, que consiguió mediante un penal que mereció la revisión del VAR (videoarbitraje), sancionado en primera instancia como falta fuera del área. Salah cobró al 73’ y puso los cartones 3-1.

A partir de allí el partido fue puro esfuerzo, la pelea entre el boxeador que se sabe abajo en la puntuación y el que maneja los rounds que faltan replegándose en las esquinas a la espera del golpe definitivo. Egipto se lanzó al ataque sin claridad y Rusia esperó el contragolpe, pero el marcador ya no se movió.

Ahora el anfitrión, que en la inauguración de la Copa goleó 5-0 a Arabia Saudita, tiene seis puntos, en tanto que Egipto se quedó en el fondo del Grupo A sin sumar, matemáticamente con un soplo de vida, pero ya puede hacer maletas de regreso a casa si mañana Uruguay empata o vence a los saudíes.