Último batazo de a-rod

Sus números tendrán un asterisco por lo que hizo fuera del diamante, pero aún así, para algunos pasará a la historia como uno de los más grandes.

Alex Rodríguez jugó anoche su último juego en Grandes Ligas y, con el apoyo de la afición de un abarrotado Yankee Stadium y su equipo, pudo despedirse del beisbol con una sonrisa.

No sólo ayudó a que los Yanquis vencieran 6-3 a los Rays, al conectar un doble productor en el mismo primer inning, último hit y última impulsada de su carrera, sino que también regresó a la posición que ocupó con el uniforme de rayas desde 2004.

A-Rod, quien inició como bateador designado, entró a la tercera base en la novena entrada, y, después del primer out, salió ante la ovación del respetable.

“Fue emocionante, ahí fue donde jugué la mayoría de mi beisbol aquí, donde ganamos la Serie Mundial en 2009”, dijo A-Rod, al tiempo que sus hijas corrían al campo para abrazarlo.

“No puedo decir lo suficiente de estos fanáticos. Les he dado muchos dolores de cabeza a través de los años, y decepcioné a mucha gente, pero como siempre he dicho, los errores no tienen por qué definirte, cómo vuelves también importa”.

El propio jonronero, quien al finalizar el encuentro tomó un puño de tierra de los terrenos de la antesala y lo colocó en su bolsillo derecho, había confesado que el mánager Joe Girardi le había negado la petición de ponerlo en la antesala.

“Quería que fuera algo que nunca olvidara”, dijo, entre lágrimas, Girardi, tras el partido.

Ahora, como el propio Rodríguez lo adelantó será tiempo de disfrutar a sus hijas Natasha y Ella, y esperar a que el tiempo sane las heridas.