Guerra contra drogas escaló la violencia
Clausura foro del debate sobre el uso de la mariguana y exhorta a cuestionar qué esquema regulatorio debe adoptar México para reducir el consumo
Arteaga, Coah.
Tras aclarar que la llamada guerra contra las drogas aplicada en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) trajo consigo una escalada de violencia sin precedentes y un mayor consumo de drogas en el país, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, expuso que la regulación de la mariguana se debe analizar bajo una perspectiva integral en la que se tome en cuenta el mercado americano cuyo marco normativo está cambiando hacia políticas abiertas al consumo.
“En el caso de México sabemos que ha habido un incremento paulatino en el consumo de sustancias ilícitas y también conocemos el alto precio que trajo consigo la mal llamada guerra contra las drogas, porque hay que decirlo claro se partió de un diagnóstico equivocado y de una estregaría mal diseñada que generó una escalada de violencia sin precedentes”, recalcó.
En ese sentido, al clausurar el tercer foro del debate nacional sobre el uso de la mariguana, el titular de Gobernación exhortó a cuestionar qué esquema regulatorio debe adoptar México para reducir el consumo, por un lado, y por otro para debilitar el poder económico de la delincuencia organizada asociada a su producción y distribución.
Durante su discurso en la Universidad Autónoma de Coahuila, detalló que para analizar los aspectos económicos y regulatorios de las drogas y la mariguana hay que partir de un hecho fundamental: que cada vez más países abren sus políticas al consumo medicinal y recreativo, como Estados Unidos, por lo que México tiene que tomar en cuenta lo que pasa en la frontera con aquel país.
“En el debate nos debemos responder cuáles son las implicaciones de regular o no la mariguana de cara al mercado americano cuyo marco normativo está cambiando, es decir a la demanda que existe en México, debemos tomar en cuenta lo que pasa en el norte de nuestra frontera donde se concentra el 25% de la demanda de drogas ilícitas en el mundo”, expresó.
“Este tema debe analizarse bajo una perspectiva integral, que busque una regulación equilibrada, que garantice libertades y derechos, pero que también proteja la salud y seguridad de la población, una regulación que no se quede en lo estrictamente punitivo sino que permita abordar el fenómeno desde todas sus implicaciones”, agregó.
“Una posible regulación no debe dirigirse a la generación de riqueza, sino priorizando la salud pública y desplazamiento de mercados negros”, indicó.
Incluso, propuso impulsar políticas que permitan que quienes se dedican a la producción de mariguana se puedan incorporar a mercados lícitos, ajustados a políticas de sustitución de cultivos y por detonar cadenas productivas en aquellas regiones del país donde se concentra la producción.
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