No funciona el sistema de inmigración
Reasignan 750 oficiales a misión humanitaria y dejan casi sin personal a puertos de entrada
Hidalgo, Tx.
Autoridades federales insisten en que el actual sistema de inmigración de los Estados Unidos, no funciona y que se encuentran en niveles críticos de capacidad en toda la frontera suroeste, con leyes e infraestructura diseñada para otro tiempo, en el que no se tenía ni idea de la inmigración masiva que actualmente se experimenta, por lo que ahora, al verse rebasadas las agencias, es responsabilidad, urgente, de que el Congreso norteamericano haga su parte.
Andrew Meehan, Comisionado Adjunto de Asuntos Públicos, de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, CBP, destacó que las instalaciones y los agentes federales, no pueden soportar este aumento dramático en las detenciones de unidades familiares y niños no acompañados, destacándose que casi todos los sectores de la frontera suroeste han excedido su capacidad.
Además, en la actualidad, casi el 40% de los agentes en la frontera suroeste son desviados de su misión de seguridad fronteriza, para cuidar, transportar y procesar unidades familiares y niños no acompañados.
Según se ha señalado, el Departamento de Seguridad Nacional, DHS, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, CBP, y la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, USBP, están dedicados al cuidado y procesamiento de las personas bajo custodia, con la mayor dignidad y respeto.
REBASADOS Y OBSOLETOS
USBP ha sido transparente durante varios meses al transmitir el mensaje, tanto públicamente como a nivel internacional y al Congreso, de que el sistema de inmigración actual no funciona y que se encuentran en niveles críticos de capacidad en toda la frontera suroeste.
No hay ninguna consecuencia legal que pueda aplicarse a este grupo demográfico, según la ley actual y las decisiones judiciales. Las estaciones de la Patrulla Fronteriza se construyeron en los años 80 y 90 para procesar a cientos de individuos, adultos solteros, principalmente de México, de donde se registraba la mayor migración de personas, no a cientos de miles de unidades familiares y jóvenes no acompañados, de centro y Sudamérica. Las instalaciones de retención temporal de USBP simplemente no fueron diseñadas para procesar y atender a una población de este tamaño.
DESESPERACIÓN
Actualmente, casi todos los sectores de la frontera suroeste han excedido su capacidad. Esta crisis ha obligado a CBP a buscar todas las soluciones temporales posibles para alojar, procesar y cuidar de forma segura a quienes se encuentran bajo custodia. Esto incluye proveedores médicos contratados a tiempo completo para tratar problemas de salud de inmediato, mantas y otros artículos para tratar el clima frío y caliente, acceso a duchas, agua y baños, necesidades básicas como productos de higiene, tres comidas al día con refrigerios adicionales, y acceso a teléfonos. Esta crisis es tan crítica que, por la seguridad de los agentes de USBP y los que están bajo su custodia, se ha comenzado a procesar unidades familiares, cuyos integrantes no tienen antecedentes delictivos, para su liberación inmediata, bajo una orden de reconocimiento basada en los problemas de capacidad actuales.
REASIGNACIÓN DE TAREAS
La semana pasada se dio a conocer que, de manera inicial, 750 oficiales de CBP, de todos los sectores de la frontera sur de Estados Unidos, serían reasignados para apoyar a la Patrulla Fronteriza con la misión humanitaria, lo que ha derivado en otros problemas, como la falta de personal en los puertos de entrada al país, para procesar a los viajeros legítimos, generando largas filas para el ingreso a la unión americana y horas de espera, como los casos registrados este fin de semana en los cruces internacionales del Valle del Río Grande, en donde se registraron filas de más de tres horas de espera para poder cruzar a territorio norteamericano.
La reasignación de oficiales es sólo una medida temporal, que no puede, ni debe permanecer, pues afecta claramente a quienes legalmente ingresan diariamente a los Estados Unidos, a trabajar, y al comercio internacional, además de poner en riesgo la seguridad nacional.
¿HASTA CUÁNDO?
El Comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza, Kevin K. McAleenan, dijo que, a este momento, no se tiene idea de cuando tiempo estarán los agentes de CBP reasignados al apoyo de la Patrulla Fronteriza, porque ésta acción es una respuesta inmediata a una crisis que está abrumando su capacidad como agencia.
“Tenemos un promedio del 40% de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza, todos comprometidos totalmente en el cuidado, transporte y procesamiento de los migrantes. Esos agentes no están en la línea. No pueden proporcionar sus funciones de seguridad fronteriza. Necesitamos equilibrar eso. Necesitamos obtener ayuda, no solo de nuestros oficiales de CBP, sino también de profesionales y contratos de apoyo a la misión, e idealmente, por parte de socios interinstitucionales para aumentar nuestra capacidad”, declaró McAleenan.
NECESITAN AYUDA
Ante esta situación, McAleenan dijo que están pidiendo ayuda a los socios interinstitucionales en todo el gobierno federal. “Esto incluye la Guardia Nacional, y al Departamento de Defensa, quienes ya están trabajando junto a nosotros para ayudar con nuestra misión de seguridad fronteriza, para proporcionar capacidad para emergencias, para incluir la seguridad en los puertos de entrada, así como la atención médica. Esa asociación va a continuar”, añadió.
También se destacó que se están buscando formas en las que el Departamento de Defensa pueda, incluso, ayudar a buscar recursos adicionales que puedan aportar en la frontera.v
En cuanto a la ayuda que se pide a las Organizaciones No Gubernamentales, ONG, y la comunidad basada en la fe, se destacó que su colaboración está dirigida a un aspecto crítico del cuidado de los migrantes después de su liberación de la custodia del Departamento de Seguridad Nacional. “No estamos pidiendo que los grupos de la sociedad civil proporcionen asistencia de seguridad en la frontera”, puntualizó el funcionario.
McAleenan fue enfático al señalar que: “Trabajamos muy de cerca con los ciudadanos, que ven problemas en sus vecindarios o en sus áreas, y respondemos a eso. Pero no necesitamos grupos de ciudadanos para ayudar a patrullar la frontera”.
ALIVIO LEGISLATIVO
El alivio legislativo, los cambios en la ley y el cierre de las vulnerabilidades en el marco legal es la única forma en que este flujo se reduciría y así restaurar la integridad del sistema de inmigración norteamericano, según destaca McAleenan.
“En este momento, ni siquiera podemos atender a los reclamos de solicitantes de asilo legítimos.Nuestros tribunales nos dicen que entre el 10 y el 15 por ciento de los migrantes centroamericanos tienen una solicitud de asilo legítima al final del proceso. Esas personas ni siquiera verán a un juez ahora, ni por alrededor de dos a cinco años, o más”, añade el funcionario.
Para los niños no acompañados, los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras, están listos para recuperarlos y manejarlos humanamente, pero las autoridades norteamericanas no están autorizadas a hacer eso conforme a la ley, bajo la Ley de Reautorización de Protección de Víctimas de la Trata de Personas. “Necesitamos cambios en esas situaciones”, abunda el comisionado de CBP.
RESPONSABILIDAD
Las autoridades de inmigración necesitan poder detener a las familias, juntas, por un corto período de tiempo, de 4 a 8 semanas.
Esto permitirá pasar por un proceso judicial de inmigración. Si no tienen un reclamo válido, los repatriarán, si lo tienen, serán liberados con la certeza de que tienen asilo con la capacidad de planificar.
Deben tener capacidad de invertir en un negocio, de tomar decisiones para la escuela de sus hijos.
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