SNTE es ‘zángano’ y oportunista político, afirma la CNTE

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) entregó hoy en Tuxtla Gutiérrez víveres a la CNTE, en apoyo a su lucha.

CIUDAD DE MÉXICO

El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) se está “colgando” de la negociación que obtuvo la disidencia magisterial con el gobierno federal para plantear sus demandas y obtener beneficios, señaló el ex dirigente de la Sección 9 en la Ciudad de México e integrante de la Comisión Nacional Única de Negociación (CNUN) de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), Francisco Bravo.

El líder magisterial dijo que las dos mesas de trabajo que hasta el momento han llevado a cabo el sindicato oficial con la autoridad educativa no afectarán ni cambiarán la dinámica de la mesa de negociación que celebrará la tarde de hoy la Coordinadora con el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en las instalaciones de la dependencia federal.

“Nosotros tenemos una agenda definida, hay tres puntos que hemos planteado [con Segob]. Estamos muy claros de lo que queremos, independientemente de que se den estas reuniones, que son de un oportunismo político claro del SNTE, que es una estrategia para revivir a dos actores que hasta el momento han estado fuera del asunto, el SNTE y el secretario de Educación, Aurelio Nuño. Colgarse es lo más decente que te puedo decir, es un sindicalismo zángano que no hace nada, aprovecha coyunturas y lo que trabajan los demás”.

En el plan de acción que acordó la disidencia en su Asamblea Nacional Representativa (ANR), la CNTE acordó dos movilizaciones nacionales: una para hoy lunes, que partirá a las 16:00 horas de Los Pinos a la Secretaría de Gobernación; y una más para el miércoles, que saldrá del Palacio de Bellas Artes al Senado de la República, a las 10:00 de la mañana.

Desde la semana pasada, la Secretaría de Educación Pública (SEP) se ha reunido con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en mesas de negociación en las cuales la representación gremial presentó un pliego de 10 exigencias, entre las que destaca modificar la evaluación de desempeño docente para la permanencia en el servicio [que los profesores no puedan ser despedidos en caso de que reprueben]; que se fortalezca el normalismo; se respeten los derechos laborales de los trabajadores y se incluya a los profesores en el diseño del nuevo modelo educativo, entre otras.

La disidencia y el sindicato oficial coinciden en la mayoría de sus exigencias, de acuerdo con un recuento que elaboró EL UNIVERSAL.

Sobre el tema, la Coordinadora señaló que las negociaciones del sindicato no cambiarán las exigencias de la CNTE, las cuales demandan suspender la reforma educativa para modificarla; lo contrario son una muestra de oportunismo político “claro y muy fuerte”, pues apenas hace unas semanas, el sindicato había se había mostrado a favor de la reforma educativa.

“Es muy raro. Hace apenas unas semanas ellos decían que la reforma educativa no tenía ningún problema, que estaba todo perfecto y la avalaban. Una semana después se dieron cuenta de que después de tres años de aplicarse, la reforma tiene sus desventajas, eso te habla del cambio tan drástico de acuerdo con los intereses políticos que se tienen”.