Sacrilegio en templo
Solitario ladrón se introduce a la oficina de la parroquia San Francisco de Assis
Miguel Alemán, Tam.
Un solitario ladrón se introdujo a la oficina de la Parroquia San Francisco de Asís, de donde se robó varios objetos de valor, además de una considerable suma de dinero en efectivo que se había recaudado de las ofrendas y que serviría para el mantenimiento y para adornar el templo en varios eventos religiosos.
De acuerdo a las autoridades eclesiásticas, el delincuente se llevó una máquina de escribir eléctrica, así como un proyector que utilizan para el catecismo y un total de 22 mil pesos en efectivo.
No conforme con el robo, en el área de la pared del santísimo, el ladrón dejó rayada la pared, lo que es un atentado al lugar más sagrado del templo, pues se trata de un centro de oración, un lugar sagrado a donde acuden los vecinos de la colonia Hercilia y feligreses de la parroquia de San Francisco de Asís.
El pasado domingo hubo bautizos, pero no se pudieron entregar los comprobantes oficiales, ya que no había máquina de escribir eléctrica para poder transcribir las respectivas boletas.
Un total de 150 niños se confirmarán y harán su primera comunión el próximo sábado, día que viene el Obispo.
Cabe mencionar que la cooperación para todos los arreglos del templo del salón, refrigerios y los dineros de todas las ofrendas que habían sido recaudadas, se encontraban resguardadas en la oficina, lo cual se llevaron.
Hay que mencionar que tanto la máquina escribir, como el proyector, es posible que el delincuente o los delincuentes los estén ofreciendo en venta.
“Podemos ubicar a las personas que están gastando dinero que no tenían, empeñando artículos o que les hayan vendido algo, favor de reportarlo directamente a la Parroquia de San Francisco de Asís que se encuentra en la colonia Hercilia de esta ciudad”, solicitaron las autoridades eclesiásticas.
“Más que de un delito, también se trata de un atentado a un lugar sagrado, un robo al dinero de la comunidad, con el cual se iban a pagar arreglos florales. Es un hecho que denota mucho odio, mucha saña, poco temor de Dios y es muy triste y lamentable, nuestra comunidad no merece este tipo de actitudes”, refirió el presbítero Juan Manuel Sánchez.
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