Amenaza con tragedia en secundaria
Algunos padres de familia decidieron no mandar a sus hijos a clases
Con el nombre de Eduardo Hernández, un joven amenazó en Facebook con consumar una masacre en la secundaria número 7, Carlos Morales Sánchez de la colonia Casa Bella.
A temprana hora, padres de familia manifestaban su preocupación por redes sociales.
En la redacción se recibieron una gran cantidad de llamadas que alertaban sobre esta situación.
Muchos de los padres de familia, prefirieron no enviar a sus hijos a clases, hasta que las autoridades no descartaran alguna situación de riesgo.
El joven que amenazó con consumar una masacre, publicó que no buscaba likes y pedía, que los alumnos, no asistieran a clases.
En la imagen, mostraba una pistola y el mensaje de que haría un enlace directo.
De inmediato, este mensaje fue difundido en redes sociales, causando alerta entre los reynosenses.
ASEGURAN ESTÁN EN CALMA
Descartan en la 7 problemas con alumnos. En calma trabajó la secundaria número 7, Carlos Morales Sánchez de la colonia Casabella, luego de que en redes sociales, trascendiera el mensaje de un joven que aseguraba, consumaría una masacre.
El subdirector del plantel, Sostenes Ramírez, indicó que al menos un 5 por ciento de los 600 alumnos del turno matutino, no acudieron a clases.
Manifestó que al darse a conocer este hecho, se dieron a la tarea de verificar si el joven que publicó el mensaje, era realmente alumno del plantel.
“Tan pronto se me hace saber de esa difusión, tomamos las medidas pertinentes y nos dimos cuenta de que no pasaba nada. Nos fuimos directamente al grupo y el joven que se señalaba ahí, no es del plantel. No hicimos más porque no queremos generar una psicosis, aquí lo tomamos con tranquilidad y procedimos a realizar lo pertinente”.
Manifestó que tras los acontecimientos registrados en Monterrey, Nuevo León, conversó con los alumnos para que no se dejen llevar por páginas o personas que puedan incitarlos a situaciones impredecibles.
“Nadie me ha llamado o visitado, los que lo tomaron en cuenta decidieron no traer a sus chamacos. Se hizo notoria la inasistencia, un cinco por ciento. Nadie llamó o se acercó, yo llego a las 6:40 para recibir a los alumnos y a las siete para iniciar las clases”. (Por Sandra Tovar)
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