El barrio haitiano
La calle Emiliano Zapata se ha convertido en El Barrio Haitiano, lugar donde se encuentran seguros, pero tienen que pagar altos costos de renta
De inmediato llaman la atención de los pocos mexicanos que caminan por la calle Emiliano Zapata en su cruce con la calle Allende.
Su color piel atrae las miradas, pero ellos, los haitianos, siguen en lo suyo, hablando en su idioma y pendientes de sus teléfonos celulares.
En la esquina de Emiliano Zapata y Allende se eleva un hotel que ha encontrado en los haitianos un gran nicho de mercado. No cobran depósito por rentar una habitación, aunque sí son muy caras.
Una habitación puede costar hasta 3 mil pesos, sin depósito y los haitianos no tienen más opción que pagar.
Se la pasan sentados en la banqueta, bajo la sombra de árboles o de casas. Con desconfianza acceden a conversar.
-¿Hablan español?
-Sí, un poco. No mucho.
-¿Cómo llegaron hasta este sitio?
-Preguntamos en hoteles y nos enviaron aquí.
La escena parece una postal de un Reynosa que ya no existe: Mujeres platicando o “chismeando”, hombres sentados en la banqueta, niños jugando futbol en medio de la calle, otras mujeres que vienen de sus trabajos, un hombre proveyendo agua embotellada para la familia.
Conviven en paz, sin meterse con nadie, platican entre sí o llaman por teléfono celulares, los grandes cuidan a los chicos.
El Barrio Haitiano se empieza en el cruce de Allende y Emiliano Zapata, continúa por esta calle pasando la calle de Zaragoza y hasta Morelos.
-¿Es cara la renta?
-Por una pieza (cuarto) puede costar tres 500 (3,500 pesos)
-Es muy cara, hasta para un mexicano.
-Sí. Para mexicano, mil 500, para haitiano, tres 500.
Se quejan de los costos de la renta, pero dicen que es mejor que estar en su país.
-¿Conocían Reynosa antes de venir aquí?
-No. Nunca se dice el nombre de Reynosa.
De noche saben que tienen que resguardarse muy bien porque ya han sido víctimas de robo.
Por la Peatonal Hidalgo se ven a muchos haitianos caminando, unos cargando despensas y otros trabajando en los comercios de la zona.
Y desde ahí se ven como peregrinos caminando por las calles de Aldama , Allende, Zaragoza, Matamoros rumbo hacia la calle de Emiliano Zapata, en donde esta ahora su hogar, su barrio.
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