Haitianos tianguistas

Bajo la sombra de un paraguas en la colonia Aquiles Serdán de Reynosa, en el asador se colocan decenas de brochetas de pollo, que son cocidas de manera precisa, luego en una hielera, se acomodan refrescos y botellas de agua, antes de salir a repartirse.

Quienes se encargan de preparar  son migrantes haitianos, que llegaron a esta frontera buscando asilo político en Estados Unidos, y que ahora, buscan una manera de obtener recurso para financiar su estancia.

Además de las brochetas, los migrantes alistan frutas y verduras picadas, postres, artículos de despensa, higiene o ropa.

Se trata de un pequeño tianguis en el que pueden encontrarse servicios de corte de cabello, peinado y decoración de uñas. 

Los clientes son en su mayoría migrantes de otras nacionalidades, que al igual que los haitianos buscan una mejor vida en el país extranjero.

Pero también hay locales, que recorren el sector. “Las brochetas cuestan 20 pesos, el agua 10, el dinero es para comprar comida para nuestros hijos, tenemos cuatro meses esperando llegar a Estados Unidos”, refirió Merly, migrante haitiana. 

El tianguis o mercado haitiano comenzó a formarse a principios de mayo, cuando se desalojó la Plaza de la República de migrantes y ha prevalecido hasta el momento debido a la necesidad económica. 

En las casas de asistencia resulta imposible alojar a todos, por ello el dinero que se reúne se destina principalmente a pagar casas o cuartos de renta. 

Entre los artículos de despensa que venden están alimentos enlatados, cereal, frijol, arroz y aceite mientras que de limpieza e higiene se encuentran botellas de shampoo, jabón, pasta dental y de higiene femenina.