Necesidad obliga a mujeres a ocupar espacios de hombres
Despachadora de combustible, taxista y otras labores que hacían los hombres son ocupados por ellas ahora
La necesidad ha obligado a muchas mujeres a ocupar espacios que antes solamente eran exclusivos de los varones.
Olivia Gallegos, con 48 años, desde hace 11 es despachadora de combustible en un expendio en el boulevard Hidalgo, pone gasolina, checa los niveles de aceite, limpia los vidrio y calibra llantas.
Recuerda que trabajaba en una maquiladora, pero luego fue despedida por lo que tuvo que buscar otras opciones.
“En ese tiempo no había mucho trabajo, se hacían las filas en la madrugada para la maquiladora, yo trabajaba en maquiladora, ahora me encanta mi trabajo, por eso he durado mucho aquí, me gusta la atención con la gente, platico con ellos y se me pasa el tiempo rápido”, dijo.
Olivia tiene una hija que estudia la universidad y su esposo que también trabaja, incluso a el le ayuda en la mecánica, por lo que aporta a la economía de su familia.
“Gracias a Dios que nos han dado la oportunidad porque anteriormente a la mujer la sobajaban mucho, como que no nos daban la oportunidad de desarrollarnos en los trabajos, pero hemos tenido encargados que nos han dicho que el desempeño de nosotras es mucho más bueno que el del hombre, en cuanto horarios, atención, somos competitivas”, recalcó mientras seguía haciendo su trabajo.
Olivia manda un mensaje a todas las mujeres de Reynosa, ya que no importa si tienen estudios o no, siempre hay oportunidades de salir adelante y desempeñarse al 100 por ciento en lo que saben hacer.
“Que no se detengan, si les gusta desempeñar algo no se detengan, nada es imposible, todo es cuestión de que uno quiera y que te guste tu trabajo, porque si no te gusta se te va hacer pesado, cuando te gusta tu trabajo lo haces con agrado y se te pasa rápido el tiempo y estas contenta”, recalcó.
Hay otros casos como el de Olivia, de mujeres taxistas, que manejan una ruta del transporte público, que venden fruta o venden comida para sacar adelante a sus hijos, el calor, el frío o la lluvia no las detiene para seguir en su labor.
Una taxista que prefirió omitir su nombre, comentó que tiene seis años de manejar su unidad, recorre toda la ciudad para trasladar a los ciudadanos.
“Hace muchos años era raro ver a una mujer manejando un taxi, luego empezó el cambio con los taxis rosas, se nos dio la oportunidad de hacer esta labor, de esa forma muchas mujeres entraron a ésta actividad y ahora es común ver a una mujer recorriendo las calles”, dijo.
En su caso tiene a un hijo de 10 años de edad, por lo que tiene que combinar su trabajo para llevarlo a la escuela, regresar por el, darle de comer y seguir con sus actividades de taxista, algunas ocasiones lo lleva con ella.
“En el trabajo que sea podemos desempeñarnos, no importa si eres taxista, si manejas un microbús, si vendes ropa usada, si trabajar de empleada, todo lo podemos hacer por nuestros hijos, por brindarles un mejor futuro, porque estudien y porque tengan mejor vida, que estudien una carrera”, finalizó.
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