No rendirse nunca ante el Síndrome de Down… es especial
Ofrecen mucho amor y mucha ternura, no tienen nada de malicia, son seres muy especiales, que prodigan afecto
“No rendirse, es la actitud”: es la recomendación que hace a los padres de hijos con Síndrome de Down, la psicóloga, Anahí Villarreal Aguilar explicó que ofrecen siempre mucho amor y mucha ternura, que no tienen nada de malicia, son seres muy especiales, que prodigan afecto, abrazan, ríen y les gusta bailar.
En la vida hay seres especiales, pero hay seres más especiales que otros.
Sin malicia, así son las personas que son especiales porque tienen el Síndrome de Down.
Prodigan ternura, afecto, abrazan, ríen y les gusta bailar.
NO HAY ESTADÍSTICAS PRECISAS
Mientras tanto en Reynosa no hay una estadística precisa sobre el número de niños, jóvenes o adultos con Síndrome de Down, pero lo que si hay, son espacios especializados en tratar a quien presenta esta condición.
Una de estos espacios es la Catequesis Especial Vicentina, ubicada en la colonia Petrolera, donde se atiende a un grupo de 12 a 15 integrantes. Este lugar es atendido por Anahí Villarreal Aguilar, quien es psicóloga.
No rendirse nunca, ni cuando son niños, ni cuando son adolescentes, ni cuando son jóvenes, la actitud es nunca rendirse ante las situaciones que plantea una persona que tiene Síndrome de Down, insiste desde el principio Villarreal Aguilar.
Es un niño sin malicia, que brinda mucho amor, mucha ternura.
“Independientemente de que el problema del Síndrome de Down, es un problema que se origina en los cromosomas, “para nosotros es un niño que tiene características que ofrece amor, y ofrece mucha ternura
Dijo que si a los padres les impacta cuando tienen un niño regular, les impacta mas con un menor con SDD, que aunque si impacta al principio, porque se preguntan como deben de atenderlo, “¿No sé cómo le voy a hacer con un niño especial?”.
De entrada Villarreal Aguilar recomienda no darles todo lo que pidan o les exija a los padres; y pedir ayuda profesional hace que la actitud sea más racional.
Si a un menor regular se les niegan las cosas hasta cuatro veces, a un niño con SDD habrá que negárselos más veces.
Ellos debe de saber que es bueno y que es malo.
Destacó que para atender a un menor con estas características los padres deben de capacitarse buscando ayuda profesional; ocupa un poco de capacitación con niños así, porque de por si es difícil atender a un menor en condiciones normales.
“Ellos así llegaron a este mundo pero tienen que aprender lo bueno y lo malo; cuando es si , o cuando es no”.
El menor debe de aprender a detenerse, se les tiene que enseñar esas cosas, porque existen niños que no conocen el miedo, ellos toman las cosas de diferentes maneras, ellos no se enfocan en los peligros y se les hace muy fáciles las cosas,
Recalcó que trabajar con este tipo de menores hay que tener mucha paciencia, eso es muy importante.
“Nunca rendirse esa es la actitud”.
Explicó que los niños con este Síndrome, independientemente de su condición son seres muy especiales, que prodigan ternura, afecto, abrazan, ríen y les gusta bailar.
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