Obligan a negocios a cerrar sus puertas
Comercios de la Peatonal Hidalgo fueron obligados a cerrar por la pandemia
Por segunda ocasión, los negocios de la Peatonal Hidalgo considerados no esenciales, deben acatar el cierre de sus negocios, pese a que el pasado jueves por lo menos una decena de ellos había retomado las ventas, promociones y actividades.
La fecha más próxima para que regresen a la normalidad es el próximo 30 de mayo, de acuerdo con los decretos emitidos por las autoridades sanitarias a fin de mitigar el Covid-19.
Entre los negocios no esenciales se encuentran los que venden ropa, zapatos, joyería, artículos decorativos, para el hogar, novedades, peluches, electrodomésticos, juguetes, artesanías, objetos de recreación, estéticas, centros de belleza, entre otros.
Los propietarios enfrentan diversas circunstancias adversas como pérdidas económicas, despido o descanso de sus empleados, el pago de servicios básicos y de rentas que superan hasta los 50 mil pesos mensuales.
Por lo que prevalecen las mantas afuera de los inmuebles evidenciando la crisis: “Nos obligaron a cerrar, nosotros solo queremos trabajar“, “Cómo le voy a dar de comer a mi familia“, “No hay ventas, no tengo dinero para pagar la renta”, se lee entre los textos con los que también buscan llamar la atención de legisladores; “Diputados ahorita es cuando deben ver por el pueblo”, exponen.
En la Peatonal Hidalgo existen por lo menos 150 comercios, en la actualidad menos del 10 por ciento permanece abierto, solo quienes demostraron dedicarse a actividades esenciales como farmacias, comercialización de artículos de higiene, salud, reparación de aparatos electrónicos o telefonía cuentan con permiso, aunque también siguen restricciones sanitarias como uso de cubrebocas, gel antibacterial y limitan el ingreso a 2 clientes.
Sin excepción, incluso aquellos locales que combinan productos esenciales con los que no lo son, deben colocar sellos de clausura a lo no permitido y solo ofertar lo fundamental.
ANTECEDENTES
El pasado 30 de abril por lo menos una docena de comerciales de este sector optó por regresar a la normalidad, alegando que solo habían sido notificados para frenar sus ventas hasta ese periodo, al no ser notificados sobre la extensión del Gobierno Federal donde se indicaba que el aislamiento concluiría hasta el 30 de mayo.
Al enterarse de la reapertura, cuadrillas de la Comisión Estatal contra Riesgos Sanitarios (Coepris) acudieron con los locatarios para notificarles que debían cerrar, de lo contrario enfrentarían multas, e incluso la negativa de permiso para laborar.
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