Piden para migrantes atención humanitaria
Estados Unidos elimina el concepto de Título 42 en la que expulsaba a migrantes sin previo aviso
Ante el anuncio de que el gobierno de Estados Unidos dejará de aplicar el Título 42 a partir del 21 de diciembre, asociaciones de derechos humanos en Reynosa esperan que los nuevos protocolos se apeguen a programas más humanitarios donde no se separen las familias, y que se revisen los motivos por los que una persona opta por un cruce ilegal.
Actualmente en Reynosa, se ha evidenciado que las expulsiones con el Título 42 han saturado los albergues, por lo que cada vez es más común que existan campamentos improvisados en las calles.
Héctor Silva de Luna, director del refugio Senda de Vida II, indicó los diversos retos a los que se enfrentan los migrantes cuando llegan a esta frontera. “Tenemos una lista de miles de personas que están esperando cruzar con un trámite de asilo, y no hay suficiente espacio para recibirlos a todos, por eso es que algunos están en las calles, la crisis ya la tenemos aquí, pero es incierto lo que pasará, porque muchas familias siguen llegando”.
El trato más humanitario que se solicita, se suma al llamado que en varias ocasiones han emitido las asociaciones hacía el gobierno local, del estado y de la federación.
Por lo que ya se han generado al menos dos reuniones de coordinación, pero en ninguna han participado autoridades del gobierno estadounidense. “Nos están llegando expulsados, personas que apenas buscan cruzar y también los que vienen huyendo de guerras, por ejemplo de Rusia y Bielorrusia”, detalló Silva.
Al eliminarse el Título 42, las autoridades extranjeras comenzarían a aplicar el programa conocido como Título 8, que también implica la repatriación, pero además se procesa a quien cruzó de manera ilegal por un crimen y se deja sin la posibilidad de que regrese por al menos 10 años.
Bajo el Título 42 han llegado en este año migrantes de diversas nacionalidades a Reynosa, pero La Tarde ha documentado las historias principalmente de cubanos y nicaragüenses, quienes afirmaron ser deportados a México sin un documento ni aviso previo.
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