Rechazan traslado
Migrantes se niegan dejar la Plaza de la República para instalarse en un albergue porque lo consideran como un lugar inseguro y lejos de las personas que los ayudan
“No estamos dispuestos a movernos, porque el nuevo refugio no tiene nada diferente, nos pedirán llevar nuestras casas de campaña, pasaremos frío, calor, lluvia, aparte más alejados de los lugares donde recibimos ayuda, compañeros dicen que es un sitio inseguro y la verdad es que nadie se irá”, expresaron ayer migrantes que están hacinados en el campamento de la Plaza de la República en Reynosa, luego de que autoridades municipales informaron a La Tarde que a partir del 16 de marzo se iniciarían con los planes de movilidad a un nuevo refugio.
La negativa a moverse es replicada en la mayoría de los migrantes de este campamento, que comenzó a formarse a finales de marzo del 2021, y que ahora asciende a más de 3 mil 500 personas, incluyendo menores de edad, así como recién nacidos.
El sitio a donde se pretende moverlos comenzó a construirse hace unos meses a través de apoyos económicos de asociaciones civiles y la donación de un predio municipal ubicado en la colonia Aquiles Serdán, a un costado del basurero de Las Calabazas y más cerca del Río Bravo.
Consiste en una explanada al aire libre con bardas, baños para hombres, mujeres y oficinas.
De acuerdo a los planes, ahí podrían recibirse hasta 3 mil 400 personas, y así finalmente se liberaría la Plaza de la República, que antes de la llegada de los migrantes solía ser un sitio de recreación y esparcimiento para la población, además de ser un referente en la imagen para los visitantes del Valle de Texas.
“Nosotros sabemos que están construyendo este refugio por rumores, ya que nunca han venido autoridades a decirnos o explicarnos, ni siquiera a ponernos en la mente que debemos movernos, considero que es algo mal el que hayan invertido en un refugio, en lugar de hacer presión a Estados Unidos para que nos abra las puertas, a nosotros no nos interesa estar aquí”. refirieron.
Estos migrantes reciben alimento de asociaciones civiles civiles y religiosas, quienes llegan varias veces al día, además la ropa, zapatos, juguetes, y otros artículos provienen de donativos.
En este mismo sentido, agrupaciones llevan consultas médicas, tanques de agua, baños portátiles y hasta atenciones legales. “Aquí no le hacemos daño a nadie y por el contrario recibimos ayuda, no conocemos el lugar porque ninguna autoridad nos ha dicho nada, solo rumores de compañeros que nos dicen que es feo”, insistieron.
Por otra parte hay quienes dicen si apoyar el traslado, pero solo cuando existan condiciones de seguridad. “Yo si me voy con gusto para el nuevo albergue, pero me imagino que habrá más seguridad, ojalá que se contemple eso”, insistieron.
Los planes de movilidad y despeje de la plaza, se generan a días de que se cumpla el primer año de este campamento.
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