Restaura muñecas para regalar alegría
Propietaria de una estética viste y peina muñecas para donarlas a niñas que viven en las sierras mexicanas
Desde hace más de 15 años, San Juana Cázares Obregón, propietaria de una estética en la Zona Centro de Reynosa, restaura, viste, adorna, peina y decora muñecas, para posteriormente donarlas a infantes que viven en las sierras de nuestro país.
Cuando los muñecos llegan sin manos o piernas, ella se encarga de adaptarles nuevos, lo mismo para la cabeza, el cabello, torso u otras partes de su cuerpo.
La idea de regresarles la utilidad, surgió luego de que acudiera a donar juguetes a una colonia de esta frontera, y de que se percatara, que entre la basura, había una gran cantidad de muñecas que necesitaban arreglos. “Noté que era muchos los juguetes que se tiraban solo por que les hacía falta algo que fácilmente se podía arreglar, entonces me di a la tarea, comencé a cambiarles las manos, piernas, les ponía cabello, cambiaba cabezas, los vestía, luego cuando ya los restauraba, comenzó a llamar la atención de la gente, contacté a algunas asociaciones y ahora esto es más que mi pasatiempo, es mi forma de contribuir con la niñez”.
Su hospital de juguetes ahora abarca una parte de su negocio que se ubica frente al nuevo Museo del Arte del Ferrocarril (Mafre).
El proceso de restauración conlleva tiempo y creatividad, inicia con la limpieza y desinfección de sus cuerpos, luego se planea el diseño, se buscan las partes faltantes, para finalmente adornarlos.
Son las telas brillantes, el pegamento y cristales el complemento perfecto. “Hay gente que tira su ropa pensando que ya no tiene uso y yo la necesito, ese pedazo de tela se convierte en un vestido o una falda a la muñeca que dará alegría, es muy satisfactorio hacer esto, ya tengo 15 años, jamás imagine que tendría tanto impacto, aunque mi infancia fue muy bonita yo no tuve de esta clase de juguetes, las mías eran de tela o de cartón, por lo que también me divierto”.
Las muñecas han llegado a diversas partes del país, pero principalmente se van a comunidades en las sierras Jalisco, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas. “Es una gran satisfacción, todo el año estoy buscando muñecas, y aunque yo no pueda viajar, ellas si, llegan a lugares que ni conozco, en las sierras se valoran más los juguetes, no es lo mismo la niñez de aquí de Reynosa que tiene un arraigo a la tecnología, a los celulares que los de allá, que las cuidan mucho”.
Su trabajo se intensifica conforme se acerca el día del niño, por ello su hospital de muñecas cuenta con varias decenas que esperan una intervención.
DEJA TU COMENTARIO