Se acaba la diversión

Hace algunos años, la zona rosa o dorada en Reynosa, brindaba espacios de entretenimiento pero sobre todo, un polo de oportunidades para los comerciantes.

En la actualidad, tan sólo un comercio se encuentra abierto, sin contar a los escasos doctores y dentistas que aún tienen sus consultorios en esta área.

Para muchos, reactivar la zona dorada es una urgencia pues lentamente, se murió.

Lo que más extraña Jesús Garza de estos negocios, es la gastronomía pues asegura, degustaba desde ancas de rana hasta langosta termidor.

“Había mucho turismo, estaba en las noches lleno

tocaban el piano. En el Sams comía las ancas de rana, en La Cucaracha la langosta y en el Treviño era donde tocaban el piano”.

Actualmente, comenta con nostalgia, ya no hay restaurantes donde preparen estos platillos.

“Estaba lleno de muchachos, mucha gente que venía del otro lado. Mis hijos venían y nosotros también, ahora ellos se fueron a Monterrey”.

Destaca que uno de los principales motivos por los que en Reynosa decayó esta zona, es, la inseguridad.

“Yo pediría a las autoridades en primer lugar, que ya no hubiera pleitos, es lo primero, se acabó todo por eso, las balaceras”.

Manifestó, que debería reactivarse la zona rosa a fin de que los comercios resurjan y con ello, la vida de la “Muchos restaurantes se han ido a McAllen, sería bueno que regresaran”.