Ser astronauta es su sueño
Joven tamaulipeca pasó de vender dulces en las calles a ser una estudiante de ingenería que participó en un programa aeroespacial de la NASA
De vender gomitas y dulces por redes sociales, así como en las calles de la capital del estado, Anna Laura Rodríguez, estudiante de ingeniería mecatrónica, es ahora una reconocida joven, que participó en un programa aeroespacial de la NASA y que sigue el sueño de ser astronauta, en un ambiente dominado en su mayoría por hombres.
En entrevista exclusiva para La Tarde , Rodríguez detalló los retos a los que se ha enfrentado van desde lo económico, hasta la falta de perspectiva de género.
“Siempre tenemos esta idea de que la ciencia es para hombres y que son ellos los que han logrado, pero nunca nos enseñan que hay mujeres importantes, que hicieron grandes aportaciones en matemáticas, física, diversos rubros, a quienes incluso les robaron sus ideas, ojalá que pronto haya más aceptación para el género femenino, que se quite ese estigma, porque he visto casos donde dicen que una mujer no puede estar en una ingeniería, principalmente los compañeros, también maestros, aunque no lo he vivido se de compañeras que les han dicho, no hagas eso porque puedes ensuciarte”.
La historia de Anna Laura se hizo viral hace algunos años cuando un usuario de redes sociales subió una fotografía donde se le observaba vendiendo dulces en Ciudad Victoria con un cartel donde pedía el apoyo para financiar una estadía en la NASA.
Gracias a ello, consiguió el recurso, siendo una de las seleccionadas a nivel nacional.
Ahora, con esa experiencia y en el marco del día internacional de la mujer, Rodríguez reconoce que no es una causa de festejo ni de felicitación, más aún cuando mujeres jóvenes están atravesando múltiples problemas. “Yo les diría que no se desanimen, todo se puede hacer, para mi toda la experiencia de la NASA fue algo satisfactorio que me marcó, hubo mujeres que se acercaron a mi para decirme, yo estoy aquí porque tú me inspiraste, leí tu historia, entonces si yo pude, también ellas”.
Durante su estadía en la NASA, reforzó el sueño de convertirse en astronauta, por ello sus planes son terminar los estudios de ingeniera, luego continuar con los de maestría, doctorado y seguir hasta llegar como profesional a la agencia aeroespacial.
Su experiencia que ha inspirado a otras mujeres, es además un recordatorio para ella de que sin importar los límites, todo se puede lograr. “Hay gente que me dijo no vas a llegar a la NASA vendiendo dulces, en aquel momento tenía solo 100 pesos, y ahora, ya fui y regresé, en la secundaria un profesor me dijo, quítate eso de la cabeza, solo eligen a los de Harvard, así que el consejo que les doy a todos, también a mi misma, es que se quiten el miedo de iniciar desde cero, hasta el castillo más grande inicia sin nada”.
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