Hable con ellos

Los papás se ponen de mil colores cuando sus hijos lanzan preguntas como: ¿De dónde vienen los niños? ¿Por qué no tengo pene? ¿Por qué hago del baño parado y mi hermana sentada? 

Para algunos padres, hablar de sexualidad con los hijos causa vergüenza, incomodidad, culpa y hasta molestia, pero esto no tendría que ser así, indica Mayra Aidee Pérez Ambriz, sexóloga clínica de Si-Salud Integral.

Educar en sexualidad no tendría que ser, en esencia, diferente a hacerlo como con otros temas. Las respuestas tan verdaderas, completas y simples que los papás responden cuando sus hijos preguntan cómo se deben vestir o si tienen que saludar, tendría que ser las mismas al responder temas de sexualidad.

“El cómo no es tan importante como el qué. Si yo sé qué es lo que le quiero compartir a los niños, qué información es la que quiero darles y cuál es la información que ellos quieren saber o necesitan en ese momento, el cómo es lo de menos”, señala.

Para empezar, los papás tienen que revisar quiénes son o dónde están parados respecto al tema, es decir, tienen que tener claridad sobre sus actitudes respecto a éste y qué lenguaje utilizan. 

“Todos tenemos una mirada sexista, heterosexista y heteronormada. Si no lo he notado, hay que revisarlo. Tienen que plantearse cuáles son sus miedos y sus dudas; qué es lo que prefiero callar o qué me incómoda al hablar del tema”, precisa la experta.

Aconseja que se acerquen a material especializado o a los profesionales de la salud.

Posteriormente, tienen que evaluar qué información tienen sus hijos y propiciar un ambiente de respeto y libertad, así como de confianza al hablar con ellos del tema.

“La sexualidad es inherente a la constitución del ser humano nos guste o no, nos incomode o no. La información tiene que ser científica, descriptiva y que evite confundirlos. La recomendación es usar términos que describan, no que califiquen”.

Lo que no es valido, aclara, es evitar dar una respuesta.

“Se vale decir no sé y los niños lo valoran. Se les puede proponer investigar juntos al respecto. Se vale decir: ‘Me incomoda lo que me estás diciendo y no sé cómo responderte’. ‘Ésta es una pregunta que a mí nunca me respondieron’. Ser honestos con los niños funciona mucho, acerca, da confianza”.

Otro consejo es no adelantar respuestas a las preguntas. 

Sólo hay que contestar lo que los hijos están preguntando y de preferencia verificar si entendieron lo que les preguntaron.

“Al final deben preguntarles: ‘¿Conteste tú pregunta? ¿Qué sabes al respecto? ¿Dónde lo escuchaste? ¿De dónde surge tu interés?’ Hay que hablarles claro, no hay que mentir”, aconseja. 

EVITE RIESGOS

Por otra parte, Alfredo Whaley Sánchez, coordinador de la Clínica de Género y Sexualidad del Instituto Nacional de Psiquiatría, advierte que el temor de los padres a hablar sobre sexualidad con sus hijos es un factor desfavorable para prevenir el embarazo en la adolescencia y las enfermedades de transmisión sexual.

La información sobre los riesgos de iniciar una actividad sexual a edades tempranas debe proporcionarse en los hogares.  

Sin embargo, los padres evaden el tema por no saber cómo tratarlo o porque creen que podrían propiciar que tengan relaciones sexuales.

Considera necesario que se hagan a un lado los prejuicios para prevenir una situación no deseada. 

Recomienda que la sexualidad sea uno de los temas que se aborden en el ámbito familiar. (Reforma)