Prevenir las disfunciones sexuales con ejercicios
¿Quieres enriquecer tus relaciones sexuales? Fortalece tu suelo pélvico con ejercicios y mejora la calidad de tus relaciones
Los ejercicios de suelo pélvico son una herramientas clave para la terapia sexológica. Si la musculatura está debilitada puede dificultar la respuesta sexual, haciéndola más lenta, lo que favorece la aparición de alteraciones que afectan a nuestra vida sexual.
En muchas de las disfunciones del deseo, o falta de libido, hay que valorar un aspecto clave: el nivel de lubricación vaginal. En ocasiones, esta lubricación se altera por cambios como la menopausia o la utilización de métodos anticonceptivos de tipo hormonal, como la píldora o el anillo, por presencia de hongos o irritaciones, estrés… Los ejercicios del suelo pélvico mantienen las paredes de la vagina vascularizadas, llenas de sangre, y así, más vivas y sanas. Lo que hará que mejora el funcionamiento de las glándulas encargadas de la producción del líquido lubricante.
También los ejercicios mejorarán los problemas relacionados con la fase de excitación sexual, cuyas características principales son el aumento de lubricación vaginal y los cambios fisiológicos en los genitales, consecuencia del aumento de sangre en la zona. Esto se refleja en la erección del clítoris, el aumento de tamaño de los labios de la vulva y, menos visible, en el engrosamiento del tamaño de las paredes de la vagina que, al vascularizarse, forman lo que se denomina “plataforma orgásmica”, una zona muy sensible a la estimulación directa.
Si el problema es que no llegamos al orgasmo, asegurándonos una fase de excitación completa podemos mejorar esta disfunción. Podemos resumir el orgasmo como las contracciones musculares que hacen que toda esa sangre acumulada en la zona genital durante la excitación, sea “liberada” y devuelta al torrente sanguíneo general. A mayor sangre acumulada en la zona, mayor número de contracciones y con más fuerza se necesitará.
Esas placenteras contracciones que llamamos orgasmo es la contracción de parte de la musculatura pélvica. Así, cuánto más fortalecido tengamos el suelo pélvico, mejores orgasmos lograremos con mayor facilidad.
Además, la localización de los músculos de la pelvis y su control nos ayudará a mejorar la propiocepción de toda nuestra zona genital, aumentando la sensibilidad de zonas que antes ni conocíamos e incluso aprendiendo a manejar la musculatura para proporcionar un placentero masaje a nuestra pareja.
No es necesario que exista un problema de debilidad muscular para enriquecer la calidad de las relaciones. Si practicamos los ejercicios de fortalecimiento de suelo pélvico la mejoraremos mucho.
CÓMO LOGRAR EL ‘SQUIRT’ PERFECTO
El “squirt” o eyaculación femenina es una sensación que quizá pocas mujeres han sentido.
Todas las relaciones sexuales son diferentes, pues en cada una influyen diferentes factores, tiempos y estados de ánimos.
Es por eso que para lograr un “squirt” perfecto es necesario que te encuentres tranquila y con todo el tiempo del mundo, pues lo importante de esta práctica es que disfrutes cada momento de placer que te dará esta nueva sensación. Así que comencemos.
1.- Relájate. Si estás con tu pareja comiencen con besos suaves y toqueteos en tu zona V. En caso de estar sola comienza a estimular el clítoris.
2.- Puedes utilizar un aceite a base de agua, pues estos no alteran el PH y pueden ayudarte a lubricar mejor.
3.- Utiliza suavemente el dedo medio e índice para excitar tu Punto G hasta volverlo un poco más grande que el tamaño de una almendra; para lograrlo mueve tus dedos de manera circular, con un poco de presión. Es muy probable que llegues al orgasmo en este paso así que no te frustres y vuelve a intentar.
4.- En caso de que puedas controlar tu orgasmo sigue con los mismos movimientos y contrae de forma intermitente los músculos pubococcígeos, comenzarás a tener contracciones y una lubricación abundante en la vagina.
5.- Trata de levantar la cadera y presiona tu derriere. Saca los dedos o el dedo con rapidez y haz círculos con la mano sobre los labios mayores que casi cubren el clítoris, comenzarás a sentir como te mojas con una sustancia muy parecida a la orina.
6.- Recuerda que no todas las mujeres eyaculan la primera vez que lo intentan, es cuestión de conocerse sexualmente y estimularse frecuentemente.
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