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Teoría de señales: ¿es útil el engaño?

Un ámbito de la biología que estudia la posible utilidad evolutiva del engaño.

  • Por: AGENCIAS
  • 29 SEPTIEMBRE 2018 - .
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La teoría de la señalización, agrupa a un conjunto de estudios del campo de la biología evolutiva.

La teoría de señales, o teoría de la señalización, agrupa a un conjunto de estudios del campo de la biología evolutiva, y sugiere que el estudio de las señales intercambiadas en el proceso de comunicación entre individuos de cualquier especie, puede dar cuenta de sus patrones evolutivos, y así mismo puede ayudarnos a diferenciar cuando las señales emitidas son honestas o deshonestas.

Veremos en este artículo qué es la teoría de señales, cuáles son las señales honestas y deshonestas en el contexto de la biología evolutiva, así como algunas de sus consecuencias en los estudios sobre el comportamiento humano.

TEORÍA DE SEÑALES: ¿ES EVOLUTIVO EL ENGAÑO?

Estudiado en el contexto de la teoría biológica y evolutiva, el engaño o la mentira pueden adquirir un sentido adaptativo. Trasladado a aprtir de ahí al estudio de la comunicación animal, el engaño se entiende como fuertemente ligado a la actividad persuasiva, ya que consiste principalmente en proporcionar información falsa para beneficio el emisor, aunque signifique un perjuicio para el emisor (Redondo, 1994).

Lo anterior ha sido estudiado por la biología en distintas especies de animales, incluido el ser humano, a través de las señales que envían unos individuos a otros y los efectos que estas producen.

En este sentido, la teoría evolutiva nos dice que la interacción entre individuos de una misma especie (así como entre individuos de distintas especies), se encuentra atravesada por el intercambio constante de distintas señales. Especialmente cuando se trata de una interacción que implica cierto conflicto de interés, las señales intercambiadas pueden parecer honestas, aunque no lo sean.

En este mismo sentido, la teoría de señales ha propuesto que la evolución de un individuo de cualquier especie está marcada de manera importante por la necesidad de emitir y recibir señales de manera cada vez más perfeccionada, de manera que esto le permite resistir la manipulación de otros individuos.

Señales honestas y señales deshonestas: diferencias y efectos

Para esta teoría, el intercambio de señales, tanto honestas como deshonestas, tiene un carácter evolutivo, ya que al emitir una señal determinada, el comportamiento del receptor se modifica, en beneficio de quien la emite.

Se trata de señales honestas cuando el comportamiento se corresponde con la intención que aparenta.

1. LA SEÑAL DESHONESTA SE EXTINGUE

Según la teoría de señales, a señales de engaño son especialmente emitidas por aquellos individuos que tienen ventaja sobre los demás. De hecho, sugiere que en una población animal donde existen señales predominantemente honestas, y uno de los individuos con mayor eficacia biológica inicia una señal honesta, esta última se expandirá con velocidad.

Pero, ¿qué ocurre cuando el receptor ya ha desarrollado la habilidad para detectar las señales deshonestas? En términos evolutivos, los individuos que reciben las señales deshonestas generaron técnicas de evaluación cada vez más complejas, para poder detectar cuál señal es honesta y cuál no, lo que paulatinamente disminuye el beneficio del emisor del engaño, y finalmente provoca su extinción.

A partir de lo anterior también puede pasar que las señales deshonestas se sustituyan eventualmente por señales honestas. Por lo menos temporalmente, mientras aumenta la probabilidad de que sean utilizadas con intenciones deshonestas. Un ejemplo de esto son las exhibiciones de amenazas que realizan las gaviotas. A pesar de que existe una gran variedad de dichas exhibiciones, todas parecen tener la misma función, lo que significa que un conjunto de señales potencialmente deshonesta se han fijado como señales honestas.

2. LA SEÑAL DESHONESTA SE FIJA

No obstante, puede ocurrir otro efecto ante la presencia y el aumento de señales deshonestas. Este es el de que la señal se fije permanentemente en la población, lo que ocurre si todas las señales honestas se extinguen. En este caso, la señal deshonesta permanece ya no como señal deshonesta, pues ante la falta de sinceridad el engaño pierde sentido. Permanece, pues, como una convención que pierde conexión con la reacción inicial de quien la recibe.

Un ejemplo de esto último es el siguiente: una parvada comparte una señal de alarma que avisa sobre la presencia de un depredador. Se trata de una señal sincera, que sirve para la protección de la especie.

No obstante, si alguno de los miembros emite esa misma señal, pero no cuando se acerca un depredador, sino cuando experimenta un fracaso en la competencia por alimento con otros miembros de su misma especie, esto le hará ganar una ventaja ante su parvada y haría que la señal (ahora engañosa) se transforme y se mantenga. De hecho, varias especies de aves realizan señales falsas de alarma para distraer a otros y así conseguir alimento.

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