Buscan con afán a depredador sexual

El caso de una niña de 10 años, residente en la colonia Ernesto Zedillo, que escapó de  los brazos de un sujeto que la llevaba plagiada, hizo que las autoridades encendieran los “focos rojos” en ese sector, ante la evidente presencia de un peligroso depredador sexual. 

Ayer por la tarde, una madre de familia, acompañada de una pequeña de sólo 10 años de edad, (su hija) se presentó a denunciar los hechos en las Unidades Generales de Investigación, donde relató la odisea que vivió la pequeña.

La niña con sus ropas aún manchadas de sangre que derramó por las heridas que el sujeto le ocasionó con un cuchillo o filosa navaja dijo que se encontraba dormida en su lecho, en horas de la madrugada. 

Nadie de los que estaban con ella, se dio cuenta de la presencia del intruso que llegó hasta el cuarto de la menor, precisamente cuando se encontraba profundamente dormida.

Ni ella sintió cuando la levantó en brazos y la sacó de su casa desde donde caminó algunos metros, hasta que con el movimiento ella despertó sobresaltada y en su desesperación al verse en brazos de un desconocido, sucio y maloliente, empezó a golpearlo, le dio de puntapiés y puñetazos.

El individuo desconcertado por la reacción de la menor, le pudo ocasionar varias heridas en su cuerpo, pero se vio obligado a soltarla. 

Ella aprovechó para gritar y retirarse corriendo, hacia su domicilio. Sus familiares despertaron sobresaltados, pero no lograron dar alcance al sujeto que logró escapar, por ahora.

La denuncia, por ser éste un delito de alto impacto, dejó preocupadas a las autoridades que dieron inicio ayer a la búsqueda del peligroso delincuente.

OTRO ATAQUE

Por Rodolfo Sol

Durante la búsqueda por la colonia, los familiares de la menor agraviada se encontraron con otras personas que también buscaban al mismo depredador, ya momentos antes había intentado llevarse a otra niña de una casa vecina.

Los familiares de la otra víctima, también de 10 años, quienes despertaron cuando la menor pidió ayuda desde su recámara, alcanzaron a ver la cara del agresor cuando éste salía corriendo del domicilio. 

La fisonomía del depredador coincide con la descrita por la menor lesionada; delgado, de baja estatura, al parecer moreno claro, de cabello corto, barba crecida y nariz recta, con ojeras marcadas, quien vestía pantalón de mezclilla y tenis negros. 

El sujeto despedía un olor fétido, como de una persona con varios días sin bañarse. Enfurecidas ambas familias y vecinos se unieron en la búsqueda del depredador sin lograr dar con su paradero, pudiéndose decir de manera irónica que corrió con suerte, porque de encontrarlo se estuviera reportando un linchamiento.

Los familiares de la menor lesionada presentaron ante las Unidades Generales de Investigación (UGI) el cuchillo oxidado de cacería que utilizó el depredador para cortarla en el pecho y la muñeca.