Cancelaron la visita conyugal por covid-19
Fue un día diferente en el Cedes sin las tradicionales filas de las mujeres para visitar a sus parejas que están encarcelados
Éste jueves, en el CEDES, no fue como los anteriores. Las enormes filas de mujeres, esposas o concubinas de los internos no se formaron. Los accesos al Centro de Ejecución de Sanciones, lucieron vacíos.
Los guardias permanecían sentados frente a la caseta de revisión, precisamente para informar que por la situación de emergencia que se vive en todo el mundo por la pandemia del COVID-19, las visitas estaban restringidas.
Todo parecía indicar que los visitantes comunes habían entendido y aceptado las reglas que se generaron con la intención de prevenir contagios y evitar que el coronavirus penetre a las instalaciones del centro penitenciario estatal.
En lo general parecía tranquilo, todo parecía indicar que los familiares de los miles de reclusos habían aceptado la restricción de las visitas al entender que todo era para protección tanto de los que ahí en el interior pagan una condena, como para sus familiares quienes en el exterior esperan el reencuentro.
En un poste de la entrada se encuentra pegado una copia del mandato derivado de un decreto que establece las normas que prohiben de momento las visitas al interior del reclusorio.
En otro lugar de manera somera se explica el porque de la medida y se pide la comprensión de la gente del exterior.
Los guardias permanecen tranquilos, sentados, con la mirada perdida en el horizonte.
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