Viven momentos de angustia

La conductora de un auto Nissan Platino 2005 y su hija menor vivieron momentos de angustia cuando vieron que en plena marcha la unidad ardía y el interior era invadido por una densa nube de humo blanco.

Transitaba Silvia García Zamora, de 48 años por la calle  Santa María de oriente a poniente a bordo de su unidad, acompañada de su hija menor, cuando al llegar al cruce con la calle San Jacinto en Jarachina Norte el auto empezó a arder, evidentemente por un corto circuito.

Fue su hija la que le dijo: “mamá, ya no estamos seguras en este auto. Algo está pasando”, tras lo cual decidieron detener la marcha y descender rápidamente.

Apenas tuvieron tiempo de bajar del automóvil cuando el fuego estalló bajo el cofre.

Por la distancia que existe desde el cuartel de bomberos hasta el lugar del siniestro, la unidad de auxilio tardó por lo menos unos 15 minutos en arribar, pero ya para entonces un grupo de vecinos del lugar habían rociado a presión múltiples envases de refresco, con lo que lograron sofocar el fuego, pero no pudieron evitar que el ígneo elemento dañara por completo el motor, cableado, transmisión,  parte de la carrocería, sin llegar hasta el interior.

Federico Robles Aquino, propietario de la unidad, agradeció a los vecinos y a los bomberos su participación en el auxilio a sus familiares, aunque lamentó los daños que ocasionó el fuego a la unidad.

Sin embargo, el vehículo estaba asegurado y esperaba el arribo del ajustador de la compañía con la que contrató la póliza.

El incidente se registró poco después de las 14:00 horas, cuando las ocupantes de la unidad se dirigían hacia su domicilio.