¡Armó fiestón!
Carlos Vives transformó el Auditorio Nacional en una auténtica rumba colombiana
Ciudad de México
Armada con percusiones, acordeón y guitarras, la música de Carlos Vives transformó el Auditorio Nacional en una auténtica rumba colombiana.
A las 20:41 horas, las primeras percusiones de la agrupación “La Provincia” sirvieron para despertar los primeros gritos del público que llenó el recinto para ser parte del tour La Fiesta de Todos.
Poco a poco, los tambores se mezclaron con sonidos eléctricos hasta moldear las primeras notas de “La Bicicleta”.
Con una chamarra negra de piel, el cantante salió sonriente para iniciar una noche de rumba colombiana con la canción que recientemente lo devolvió a un público que lo abrazó con un aplauso y muchas ganas de mover la cadera.
Con las 10 mil butacas del recinto ocupadas casi por completo, el lugar se convirtió en una concentración de alegría de todas las edades, aunque era más común ver a amigas de entre 20 y 50 años en pareja o grupos pequeños, así como paisanos del artista portando el típico “sombrero vueltiao”.
“Buenas noches, México. Quiero presentarles al rey vallenato 1985, el señor Egidio Cuadrado”, quien hizo lucir el acordeón al inicio de “La Cañaguatera”, la tercera pieza de la noche y la primera interacción de Vives con su audiencia. El ritmo del vallenato hizo su efecto y el cantante entró pronto en calor. Sudoroso y sonriente, se dirigió a sus fans para hablarles del contexto de uno de sus más grandes éxitos.
“Hace 24 años llegamos por primera vez a México, y tal vez México estaba muy contagiado todavía de esos personajes de Macondo. Hace 24 años cantábamos así y decían que estábamos locos”, dijo, en alusión a la novela “Cien Años de Soledad”, de Gabriel García Márquez.
Una guitarra acústica con incrustaciones que la hacían brillar acompañó los arreglos de un bajo para abrir el tema “La Gota Fría”, que arrancó a todos de sus butacas para elevar las manos en el aire y entonar la letra.
Vives advirtió que ese era apenas el inicio de la fiesta. Los 11 músicos y las dos coristas calentaron sus instrumentos para la explosión que se acercaba.
El cantante presentó un instrumento de viento fabricado con el corazón de un cactus que, según explicó, es de origen maya y llegó hasta Santa Marta, Colombia.
Acompañado por dos de sus músicos, tocó una de las piezas más esperadas. A coro de “Sí, sí, sí, que este amor es tan profundo”, la “Fruta Fresca” de Vives consintió a su audiencia, que coordinaba garganta y cintura para disfrutar la canción con la emoción desbordada.
Al cierre de esta edición, la fiesta iniciaba su recta final, en la que se contemplaba espacio para México, con “No Volveré”.
También habría un encuentro de generaciones para demostrar que el país de Vives es territorio fértil de talento con la participación de Sebasti�n Yatra, así como una felicitación de cumpleaños para Shakira.
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