¡Con todo el Flow!
Una cálida fiesta. Eso fue el Coca Cola Flow Fest.
Ciudad de México
La helada noche no inhibió el ardiente ánimo de celebración de 48 mil espectadores (según cifras oficiales) que se entregaron en el Coca Cola Flow Fest desde el primero hasta el último artista del elenco presentado en el Foro Sol.
Ozuna, el fenómeno urbano del año, cimbró hasta el graderío con su sola aparición, mientras que Nicky Jam, Wisin y Daddy Yankee convirtieron el lugar en un cantabar donde la cerveza fue el paliativo para ignorar la baja temperatura y darle duro al perreo.
Porque si arriba del escenario los artistas urbanos soltaron a placer ráfagas de ritmo, abajo, los adolescentes y veinteañeros, la gran mayoría de la audiencia, se deschongaron.
Lo mismo brindaron en el concreto sus mejores pasos parejitas de Las Lomas, Tecamachalco y Satélite, que las que de Nezahualcóyotl, Chalco o Tepito.
Y entre la multitud se hermanaron cubanos, puertorriqueños, colombianos y mexicanos dando origen a un sahumerio de esencias, mezcla de perfumes baratos y caros, humo de cigarro y condimentos de las carnes frías de pizzas y baguettes.
Ante las letras, que son odas al sexo, al amor, la alegría y al placer, la chaviza le dio rienda suelta a la fiesta, que tuvo lugar en todas las zonas.
Se cantaba en las filas para comprar bebidas y alimentos, en las de descanso y hasta en los baños, donde muchas mujeres de plano usaron los de caballeros para no formarse en los que les tocaba.
Desde las 14:00 horas hasta pasadas las 01:00 de hoy, la constante fue el festejo, el convite y la pachanga.
Algunos incidentes de golpes entre amigos por los llamados “mala copa”, madres cansadas detrás de sus pequeños reguetoneros ya entrada la noche, novios fogosos que fueron frenados por sus chicas ante la amenaza de retirarse.
Estos pintorescos cuadros, dignos de una canción de Sebastián Yatra o Zion & Lennox, no demeritaron la jornada, que se dio sin hechos que alteraran el orden.
El espectáculo reguetonero también fue escena de romances a primera vista. Chicos que llegaron solos, después estuvieron muy bien acompañados y cataron al oído de chicas sonrientes estribillos como “mami yo me siento tuyo, yo sé que tú te sientes mía”.
Aunque fue notorio que a varios menores de edad sus papás no les dieron chance de quedarse a ver a Nicky Jam y Ozuna, quienes cerraron el festival, pues después de Daddy Yankee, teléfono en mano, iban dando su ubicación para quienes las esperaban afuera.
Pero la fiesta fue cálida hasta el final y ahuyentó el inclemente frío de la temporada.
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