Explosión musical

La internacional Sonora Dinamita.

¿Qué impulsa a una agrupación para permanecer por 55 años en el mercado musical? Con más de cinco décadas de hacer bailar a su público, La Internacional Sonora Dinamita continúa divirtiendo a su público, pero también a sus integrantes.

Formado por Eddy Guerra (director y teclados) Álvaro Pava (cantante), Lina Marcela (cantante), Jorge Alcántar (trompeta), Luis Porfirio Díaz (trompeta), Freddy Guerra (coros), Ivone González (bailarina), Carlos Alberto Serrano (bajo), Jesús Anaya (batería), Juan Francisco Caballero (congas) y José Francisco Arreaga (bailarín), la agrupación se mantiene con mucha energía.

“Cuando me preguntan que cuántos años tengo de trabajar en la música, yo les digo que tengo 40 años de no trabajar, porque cuando estoy tocando, la verdad es que me estoy divirtiendo y no lo considero un trabajo”, dijo riendo Eddy Guerra, líder de la agrupación.

El grupo nació en 1960, cuando el director de Discos Fuentes de Medellín, Colombia, tiene la idea de formar un grupo similar a la Sonora Matancera, una alineación cubana.

“Él tuvo la idea de hacer un grupo similar que era un grupo que estaba de moda en aquel entonces en Colombia”, relató Eddy Guerra. “Era un grupo de la ciudad de Matanzas, que tenían un ritmo tropical con un toque de salsa.

“Fuentes se fue a la región del Atlántico del Caribe en Colombia en busca de los mejores músicos para armar una banda. Con una orquestación con trompetas, pero que mezclara el sonido de la cumbia colombiana. Lo que terminó produciendo fue un gran efecto, un gran estilo que permanece hasta ahora”.

El nombre de la sonora se debió a que en un inicio se hicieron llamar Sonora Buscapiés, en referencia a los cohetes chifladores, pues su música hacía bailar a la gente como cuando esa pirotecnia vuela por entre las piernas de las personas. Pero decidieron que para que fuera más potente debían llamarse Dinamita.

No fue sino hasta mediados de los 70 que ingresaron al mercado mexicano, a donde llegaron de la mano del éxito “Se Me Perdió la Cadenita”.

Después siguieron “Que Nadie Sepa mi Sufrir”, “El Viejo del Sombrerón”, “El Dolor de Micaela” y “A Mover el Cu”, entre muchas más.

Entre lo más destacado de su trayectoria y reconocimientos, en 1988 recibieron el máximo premio discográfico de México: el Disco de Platino, por las ventas del álbum El Africano. Al año siguiente repiten el galardón para viajar entonces a Europa para realizar presentaciones en Madrid, Londres y las Islas Canarias.

En el año de 1990 la agrupación viajó a los Estados Unidos, y en Dallas fueron declarados ciudadanos honorarios.

En 1991 realizaron una gira que incluyó las principales ciudades de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.

“En esta sonora empezó Lucho Argaín de vocalista, luego vino Margarita La Diosa de la Cumbia, Fruko, Nando Malo, entre otros. Mucha gente que pasó por aquí. Así ha ido cambiando generación en generación, ahorita ya somos como la cuarta”, relató Eddy.

Actualmente promocionan el disco El Aguacero de Sabor, del que se desprenden temas que aseguran siguen innovando la industria.

“He visto nacer muchos géneros musicales pero que se mueren”, dijo.

“Si la gente no se renueva, perece. (México, D.F.)